Hong Kong: la Iglesia en proceso de normalización

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Stephen Chow

El 15 y 16 de noviembre de 2022, se llevó a cabo una reunión en línea entre representantes de la Iglesia de China continental y sus homólogos en Hong Kong. Los temas que se trataron: la alineación del clero y de los católicos de la antigua concesión británica con la política de sinización de la religión, que se ha vuelto la prioridad del líder de Beijing.

La reunión se tituló "Second Mainland - Hong Kong Catholic Sanitized Theology Exchange": "Segundo Coloquio sobre la Sinización de la Teología entre China Continental y Hong Kong", en referencia a una primera versión realizada el 31 de octubre de 2021, a pedido del Partido Comunista Chino (PCCh).

Según el informe publicado por ChinaCatholic.cn, un portal de información religiosa administrado por la Iglesia Patriótica en manos de Beijing, los participantes "intercambiaron y discutieron sobre la importancia de la traducción e interpretación de la Biblia en relación con la sinización, sobre la base del documento conciliar Dei Verbum".

Resulta irónico señalar que los comunistas chinos se basan en un decreto del Concilio Vaticano II, destinado a hacer un balance de la relación entre la Escritura y la Tradición, pero que una minoría de los Padres conservadores del Concilio, incluido Monseñor Marcel Lefebvre, lo consideraron una fuente de ambigüedad, especialmente cuando está escrito que "la Iglesia tiende constantemente a la plenitud de la verdad", dejando la puerta abierta a una Tradición en evolución que crecería a lo largo del curso de la historia. Y donde la sinización del catolicismo chino bien podría ser un avatar...

En este contexto, monseñor Joseph Shen Bin, presidente de la Conferencia Episcopal Católica China -subordinada al régimen- dijo que el 2022 había sido un "año muy importante" en el que se celebró el XX Congreso Nacional del PCCh, durante el cual el presidente Xi Jinping "reafirmó una vez más la obligación de adherirse a la política de sinización de la religión en China para guiarla activamente en el camino de la adaptación al socialismo".

El prelado incluso comparó esta política con la obra de inculturación del catolicismo en China realizada en siglos anteriores por muchos misioneros. "Nuestra reunión online, bajo la guía del espíritu del XX Congreso, implementará plenamente el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo para el amanecer de una nueva era", concluyó Monseñor Shen.

No hace falta decir que el simposio cayó como una cubetada de agua fría en Hong Kong. El actual obispo de Hong Kong, Monseñor Stephen Chow Sau-yan, trató de tranquilizar a sus sacerdotes restando importancia a esta reunión supuestamente orientada hacia un simple "intercambio de ideas sobre la fe y la cultura", asegurando que "no se había producido ningún lavado de cerebro" y que el clero podría conservar su propia independencia de pensamiento.

Bajo condición de anonimato, un sacerdote de Hong Kong hizo algunas declaraciones al National Catholic Register: "Los comunistas siempre comienzan con algo aparentemente benigno, como un intercambio cultural, pero sabemos que no tienen la intención de llevar a cabo un diálogo real: cuando llegue el momento, cambiarán su estrategia y empezarán a tomar medidas enérgicas contra las religiones".

Del lado de Roma, todavía queda tiempo para el diálogo, aunque la evolución de la situación, cuidadosamente controlada por la diplomacia pontificia, a veces pareciera estar fuera de control: "Con China, me decidí por el método del diálogo", declaró el soberano pontífice al diario progresista estadounidense America Magazine, el pasado 22 de noviembre.

Antes de añadir a modo de confesión: "Es lento, hay fracasos, aciertos también, pero no tengo otros medios a mi disposición". Es probable que el invierno sea muy duro para los católicos de Hong Kong...