Hungría: el Parlamento prohíbe los desfiles del "orgullo gay"

Fuente: FSSPX Actualidad

Interior del Parlamento húngaro

Luego de una votación el martes 18 de marzo de 2025 sobre un texto presentado el día anterior, según un procedimiento acelerado excepcional, una amplia mayoría del Parlamento (136 votos a favor, 27 en contra) aprobó una modificación de la ley de libertad de reunión, para alinearla con la ley de protección de la infancia aprobada en junio de 2021 y reforzada por el referéndum de abril de 2022.

Según el sitio web oficial del gobierno húngaro, "el Parlamento ha decidido que solo las reuniones que respeten el derecho de los niños a un desarrollo físico, mental y moral adecuado pueden celebrarse en Hungría y que, por lo tanto, cualquier reunión que viole la prohibición prevista por la ley de protección de la infancia está prohibida". Esta expresión constituye la esencia misma de la ley de protección de la infancia de 2021.

La explicación continúa: "En virtud de la ley modificada, en el futuro estará prohibido organizar cualquier reunión que viole la prohibición prevista por la ley de protección de la infancia y la administración tutelar". El texto recuerda a continuación lo que contenía el artículo mencionado:

"El artículo establece que, para garantizar los derechos de los niños, está prohibido poner a disposición de los menores de dieciocho años contenidos pornográficos, así como contenidos que describan la sexualidad en sí misma, o que fomenten o muestren desviaciones de la identidad del sexo de nacimiento, cambios de sexo u homosexualidad".

La modificación de la ley de reuniones toma nota de esta disposición anterior para estipular a su vez: "La autoridad prohibirá la celebración de una reunión si, sobre la base de la información disponible tras la consulta, existen motivos razonables para creer que la notificación tiene por objeto la celebración de una reunión prohibida. La reunión puede ser notificada hasta un mes antes de su celebración".

El legislador húngaro "también ha decidido prohibir el comportamiento de cualquier persona que engañe a la autoridad organizando una reunión prohibida o que participe en ella como asistente". Este comportamiento "se considerará a partir de ahora un delito" y se castigará con una multa —que puede llegar hasta los 500 €— "este dinero se destinará a la protección de la infancia".

Furia en las filas de la oposición y los círculos LGBT

Los partidos progresistas han manifestado su furia -y su impotencia- intentando perturbar la votación del proyecto de ley encendiendo bengalas y difundiendo el himno ruso en el hemiciclo. Sin resultado.

Para los organizadores del desfile del orgullo gay, que estaba previsto para el 28 de junio, es "un paso más en la fascistización de la sociedad". Algunos belicistas más exaltados se han declarado dispuestos a enfrentarse al poder y a "no dejarse intimidar por el Gobierno, que busca un chivo expiatorio".

Por su parte, los expertos denuncian una prohibición "al estilo ruso" que "no tiene parangón en la UE" y "contradice totalmente la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea". Y ahí está el problema: el "pecado de Sodoma", cuyo destino es bien conocido, debe, según esta Carta, poder mostrarse e incluso conocer su "hora de orgullo". No importan las consecuencias individuales o sociales.

Cuando los valores de la UE dejan de ser dignos de ese nombre y se convierten en contravalores, la destrucción está cerca, sea cual sea la forma que adopte. La primera suele ser la autodestrucción. Al menos hay un país que se resiste a la decadencia y defiende los valores familiares que han hecho Europa.