India: un nuevo jefe para los obispos
Monseñor Andrews Thazhath
La Conferencia Episcopal de la India (CBCI) eligió a su presidente el 11 de noviembre de 2022. El nuevo líder de la Iglesia católica en este país de 1,400 millones de habitantes tiene mucho trabajo por delante: el día de su elección, la Corte Suprema de Nueva Delhi excluyó a cristianos y musulmanes de algunas ayudas reservadas a los más pobres, sin mencionar otras cuestiones que socavan o dividen a la minoría católica.
La elección de los prelados indios recayó en el obispo Andrews Thazhath, arzobispo de Thrissur, diócesis de rito siro-malabar. Recientemente, el prelado había sido nombrado administrador apostólico de la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly, escenario de un acalorado conflicto sobre la liturgia unificada.
Una elección bastante natural, dada la experiencia de monseñor Thazhath en el derecho canónico de las Iglesias orientales, pero también –y sobre todo– porque es costumbre que los diversos ritos católicos presentes en suelo indio se alternen en el ejercicio de la presidencia de la CBCI.
Como regalo de bienvenida, el mismo día de su elección, la Corte Suprema de Nueva Delhi envió una señal negativa hacia la minoría cristiana, que representa menos del 2% de la población total: la Corte Suprema confirmó una decisión del gobierno juzgada profundamente injusta.
En efecto, el pasado mes de octubre, el Ministerio de Justicia y Promoción Social propuso una "discriminación positiva" a favor de los miembros de las castas más pobres, o dalits, permitiéndoles acceder a una cuota de puestos de trabajo, siempre que se adhieran a una de las llamadas religiones "indias".
Según el ejecutivo, reforzado por la sentencia del Tribunal Supremo, es legítima una diferencia de trato entre los dalit practicantes del hinduismo, el sijismo y el budismo, por un lado, y el cristianismo y el islam, por otro, con el pretexto de que estas dos últimas no son "religiones indias, sino contribuciones extranjeras que llevaron a la creación de las poblaciones cristiana y musulmana que viven en la India".
Sin embargo, hay otros casos "espinosos" que esperan al nuevo presidente de la CBCI: en particular el de las leyes anticonversión que pretenden prohibir la conversión del hinduismo al catolicismo.
O el de los dalit católicos de Tamil Nadu, que se quejan, a veces mediante manifestaciones violentas, de no estar suficientemente representados en la jerarquía católica local. Estas fuertes tensiones no fueron suficientes para apaciguar la decisión del papa Francisco de crear cardenal, el 27 de agosto, a monseñor Anthony Poola de Hyderabad, un alto prelado de una de las castas más bajas.
Por no hablar de la disputa en torno a la estandarización del rito siro-malabar, emprendida con el objetivo de corregir ciertos abusos de las décadas de 1960 y 1970, y que desencadenó la rebelión abierta por parte del clero de la eparquía, o diócesis, de Ernakulam- Angamaly, de quien monseñor Thazhath ha sido justamente nombrado administrador apostólico.
Por tanto, se trata de un país cada vez más perseguidor del catolicismo, donde el nuevo jefe del episcopado indio deberá intentar resolver las arduas tareas que le esperan.
Fuentes: Asianews – FSSPX.Actualités
Imagen: archdiocese of trichur property, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons