Inglaterra: el episcopado reacciona a un proyecto para agravar la ley sobre el aborto

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor John Sherrington, responsable en la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales de las cuestiones relativas a la vida, ha emitido una declaración sobre el proyecto de ley de la justicia penal en el que expresa su profunda preocupación por dos enmiendas presentadas que pretenden liberalizar las leyes sobre el aborto y que se debatirán el miércoles 15 de mayo.

La diputada laborista Stella Creasy (nuevo artículo 40) presentó una enmienda para despenalizar el aborto hasta las veinticuatro semanas. En cuanto a Diana Johnson, presentó otra enmienda (nuevo artículo 1) que eliminaría toda protección legal para los niños por nacer cuando una mujer se provoca a sí misma un aborto, en cualquier etapa del embarazo.

Como explica Alithea Williams, responsable de las políticas públicas de la Society for the Protection of Unborn Children (SPUC), la enmienda de Stella Creasy es incluso más extrema de lo que la crítica temía.

"Una cláusula de la enmienda despenaliza explícitamente el aborto hasta las veinticuatro semanas", dijo Williams. "Pero también establece que 'no se podrá imponer ninguna pena privativa de la libertad' a una mujer que actúe en el contexto de su propio embarazo en virtud de cualquiera de los textos legislativos sobre el aborto".

El infanticio despenalizado

Williams añade: "Al igual que con la enmienda de Diana Johnson, esto significa que no se puede imponer ninguna pena de prisión por un aborto en cualquier etapa del embarazo, si la mujer se lo realiza a sí misma. Y eso no es todo”, continúa la directiva de la SPUC.

No se trata solo de eliminar las penas de prisión: la siguiente sección de la enmienda establece que no se pueden iniciar procesos penales contra una mujer o "un profesional médico que haya actuado de buena fe y con la convicción honesta de que la mujer a la que ayudó le dijo la verdad, salvo con el consentimiento del director de la fiscalía pública”.

Por lo tanto, no solo las mujeres, sino también los abortistas, por abortos realizados después de las 24 semanas, solo pueden ser procesados ​​con grandes dificultades. Por ejemplo, una mujer que aborta a las 30 semanas, nunca podría ser condenada a prisión.

Como máximo, se le podría exigir que realizara un servicio comunitario, y solo si interviene el mismo director del ministerio público. También debería intervenir personalmente para actuar contra un médico que practica un aborto en esta etapa del embarazo. 

"¿Cree realmente Creasy que el infanticidio nunca debería dar lugar a una pena de prisión y que es necesaria la intervención del fiscal general para imponer una pena más leve?", pregunta Williams.

Los obipos movilizan a los fieles

Monseñor Sherrington concluye su declaración recordando que “en Inglaterra y Gales, el niño por nacer y la madre embarazada merecen plena protección bajo nuestras leyes, porque se encuentran entre las personas más vulnerables de nuestra sociedad”. Y "alienta a la gente a ponerse en contacto con su representante parlamentario para compartir sus puntos de vista sobre estas enmiendas".

Otras enmiendas

Por el contrario, el obispo auxiliar de la diócesis de Westminster apoya dos enmiendas alternativas: "una de Sir Liam Fox para poner fin al aborto hasta el momento del nacimiento de los bebés con síndrome de Down, y la otra de la diputada Caroline Ansell para reducir los plazos de 24 a 22 semanas de gestación". Medidas destinadas a fortalecer unos cimientos ya muy debilitados.