Irak: el patriarca Sako denuncia el silencio del Papa y del Vaticano

El patriarca de los caldeos, Louis Raphaël Sako, concedió una entrevista a Asia News, en la que expresó su asombro por el hecho de que nadie en Roma quiera defender a la Iglesia en Irak luego de que el jefe de Estado le retirara su reconocimiento oficial como patriarca.
El patriarca considera este hecho como "un proyecto destinado a silenciar la voz de la Iglesia y la mía. Durante estos diez años como patriarca, (…) traté de proteger a los cristianos y nunca quise justificar la formación de una llamada milicia 'cristiana'".
"Rechacé todo esto, de ahí el deseo de venganza de una facción [Nota del editor: las Brigadas de Babilonia de Rayan al-Kildani] que tiene un motivo ulterior: presionar a los cristianos para que se marchen y se apoderen de sus casas, sus bienes, sus propiedades. (…) En el país prevalece una mentalidad sectaria donde la gente lucha por más poder, visibilidad y dinero: reinan la confusión y la anarquía".
Esta confusión se manifiesta en las funciones y atribuciones de las más altas instituciones, explica el cardenal Sako: "el presidente de la república no tiene el poder de retirar los decretos aprobados en el pasado, no puede anularlos arbitrariamente. Además, esto va en contra de una tradición centenaria, que se remonta al califato abasí, luego al imperio otomano y finalmente a la república.
"En un segundo, el presidente borró 14 siglos de historia y tradición, pero no tengo miedo y no tengo nada que perder... tal vez mi vida, pero estoy preparado para ello. Todo esto se hace para intimidar a los cristianos, para que abandonen el país: ¡los animo a quedarse y tener esperanza!"
El patriarca añade que lucha por todos los iraquíes: "la comunidad cristiana está de mi lado y me apoya. En este momento, vemos cohesión, fuerte apoyo y unidad entre el pueblo y la comunidad cristiana, mientras que hay divisiones entre las Iglesias".
El patriarca señala que la amenaza tiene "un enfoque diferente a la del EI, pero con la misma lógica subyacente. Puede que sea más oculto y furtivo, pero con el mismo objetivo: presionar a los cristianos para que se vayan".
Ninguna reacción de la Santa Sede ni del Papa
El Patriarca admite sentirse "decepcionado por la posición de la Santa Sede que, en casi cinco meses, no ha intervenido para desautorizar las acciones del presidente de la república, para rechazar los ataques contra la persona del Patriarca, ni para distanciarse de aquellos que se autodenominan líderes cristianos". Lamentó también que Rayan al-Kildani [el caldeo] se haya reunido con Francisco en la plaza de San Pedro al final de la audiencia del miércoles.
"Rayan lo anunció con bombos y platillos para legitimarse reivindicando la autoridad eclesiástica: se presentó como el verdadero representante de los cristianos, él y no el patriarca cuya renuncia el Papa habría aceptado. El silencio ante estas declaraciones es inaceptable".
Para Sako, este silencio legitima al usurpador: "la Santa Sede podría haberse expresado, podría haber dicho que la propaganda de este hombre es falsa y así tranquilizar a tantos cristianos y musulmanes en Irak que son objeto de estas mentiras que dañan especialmente a nuestra comunidad. El nuncio apostólico me invita al diálogo, a no humillar al presidente... pero es el presidente quien humilla a la Iglesia y a su pueblo".
El patriarca continúa amargamente: "El nuncio dice que debemos abandonar el decreto y aceptar una decisión judicial. Pero debe comprender la mentalidad local y apoyar a la Iglesia: podría negar la instrumentalización y las mentiras de Rayan al-Kildani, pedir a los obispos que reciben dinero de él que dejen de hacerlo, encontrar una solución que no vaya en contra de la Iglesia caldea.
"Hoy, casi todas las semanas, se presentan denuncias contra mí ante los tribunales, y en los próximos días tendré que comparecer y no podré participar en los Encuentros Mediterráneos de Marsella. Le escribí al Papa Francisco después de la visita de Rayan al Vaticano, aún no me ha respondido".
Concluye con hastío: "Somos una Iglesia perseguida, desde hace mucho tiempo... luchando por sobrevivir, pero para eso necesitamos apoyo, proximidad, solidaridad. La Iglesia debe manifestar su presencia, su proximidad, debe encontrar las palabras que hasta ahora le han faltado".
Fuentes: Asia News/InfoCatolica – FSSPX.Actualités
Imagen: Flickr / Catholic Church of England and Wales (CC BY-NC-ND 2.0)