Irak: la Navidad se celebrará en medio del recogimiento y la moderación

Tras la visita del Secretario de Estado de la Santa Sede el 24 de diciembre de 2018, el 25 de diciembre se convirtió oficialmente en un día feriado en Irak. Pero dada la situación del país, el patriarcado católico de rito caldeo de Babilonia anunció la supresión de las festividades navideñas.

Evidentemente, no se trata de cancelar la fiesta en sí, sino de limitar su pompa y decoro únicamente a las celebraciones litúrgicas: "no vamos a poner árboles de Navidad decorados ni en las iglesias ni en las plazas, y no habrá celebraciones ni ceremonias festivas en el patriarcado", declaró el arzobispo Louis Raphael Sako, jefe de la Iglesia católica caldea en Irak, el 3 de diciembre de 2019.

El origen de esta decisión es el descontento político y social que ha afectado a la región de Bagdad desde octubre pasado. Hasta ahora, los disturbios han cobrado la vida de 430 personas y casi 20,000 han resultado heridas. Se denuncia incansablemente la corrupción de la clase política, acusada ​​de haber desaparecido el equivalente al doble del PIB anual del país desde la caída de Saddam Hussein en 2003.

"Por respeto" a estas víctimas y "en solidaridad con el dolor de sus familias", el Patriarca de Babilonia decidió disminuir el resplandor de las festividades públicas: "Nos refugiaremos en la oración por las víctimas".

El recogimiento y la moderación permitirán a los fieles experimentar de manera más auténtica el espíritu de la Navidad: una gran lección para las sociedades consumistas occidentales.

Si bien antes de la caída del régimen de Saddam Hussein todavía había 1.5 millones de cristianos en Irak, actualmente solo quedan alrededor de 400-500,000. Las persecuciones de la organización sunita Estado Islámico (EI) y las milicias chiítas pro-iraníes han forzado al exilio a la población que no ha sido masacrada.