Irán: los católicos se ven debilitados por la ofensiva de Israel

El cardenal Dominique Joseph Matthieu, arzobispo de Teherán-Isfahán
Desde el 13 de junio de 2025, Israel ha lanzado la operación militar "Rising Lion" con el objetivo de asestar un golpe fatal a las supuestas ambiciones de Irán de dotarse de armas atómicas. Mientras la escalada entre ambos países continúa con el riesgo de incendiar toda la región, la minoría católica presente en territorio iraní teme más que nunca por su futuro.
"Con pesar observamos en estas últimas horas, una vez más, que se cree que la paz se puede alcanzar mediante ataques preventivos en lugar de comprometerse en el diálogo en la mesa de negociaciones".
El mensaje, redactado en términos acordados, fue enviado a AsiaNews nada más iniciarse la ofensiva israelí por el cardenal Dominique Joseph Mathieu, arzobispo de Teherán-Isfahán de los latinos. Una reacción "en caliente" que refleja la magnitud de la angustia que viven los católicos presentes en territorio iraní.
Estos últimos, estimados entre 20,000 y 30,000 fieles, constituyen una fracción infinitesimal de la población iraní. Se distribuyen principalmente entre los ritos latino, armenio y caldeo, con comunidades concentradas en Teherán, Isfahán y otros grandes centros urbanos.
Su presencia, aunque discreta, sigue siendo un signo de esperanza en un contexto en el que el islam chiíta estricto es la religión oficial y las minorías religiosas deben desenvolverse en un marco legal y social muy restrictivo.
En este contexto precario, la intervención de Israel —con el objetivo declarado de defender la seguridad del país frente a una amenaza nuclear existencial— no facilita en absoluto la situación de la Iglesia: estos ataques "no conducen a la paz, sino que agravan el caos y alimentan un ciclo de violencia", estima el cardenal Mathieu.
Cabe señalar que la Iglesia católica en Irán se encuentra en una situación delicada: por un lado, los católicos gozan de cierto reconocimiento oficial como comunidad religiosa, lo que les permite practicar su fe en las iglesias y mantener instituciones como escuelas o centros caritativos.
Por otro lado, se enfrentan a importantes restricciones, especialmente en materia de "proselitismo", estrictamente prohibido, y de participación en la vida pública. "Somos una pequeña comunidad, pero tratamos de vivir nuestra fe con autenticidad, respetando el contexto en el que vivimos", se defiende el alto prelado.
Esta delicada situación obliga a los católicos a adoptar una actitud discreta y a limitarse a la semántica del diálogo interreligioso: así, el cardenal Mathieu destaca la importancia de establecer vínculos con las comunidades musulmanas, en particular a través de iniciativas caritativas y educativas. En esta perspectiva, las escuelas católicas, aunque escasas, se ven obligadas a recibir alumnos musulmanes, con el fin de dar muestra de una coexistencia respetuosa.
Otro reto es la percepción de los cristianos en la sociedad iraní. Aunque la Constitución de la República Islámica reconoce varias minorías religiosas, como los cristianos, los judíos y los zoroastrianos, las tensiones geopolíticas, especialmente con los países occidentales asociados al cristianismo, pueden complicar la situación de los católicos.
Estos últimos se sienten constantemente obligados a demostrar su lealtad al régimen vigente, al tiempo que afirman, como mínimo, su identidad religiosa. Por lo tanto, el alto prelado se limita a describir las iniciativas caritativas y educativas llevadas a cabo por la Iglesia en el lugar. Una cosa es segura: las próximas semanas y meses serán de alto riesgo para el pequeño rebaño católico.
Fuente: Asianews – FSSPX.Actualités
Imagen: Facebook / Conventual Franciscan Friars Tanzania