Irlanda: vocaciones en caída libre
Catedral de San Patricio, Dublín
La degradación del tejido católico y la disminución constante de las vocaciones no es noticia en Irlanda, pero las cifras lo demuestran una vez más, y ocultarlas, como hacen los obispos franceses con el número de vocaciones, no hará que sean menos ciertas ni menos dolorosas.
Un artículo del Times del 4 de agosto hace una dolorosa observación: el seminario de la diócesis de Dublín, con 1.6 millones de habitantes, de los cuales más del 60% se declara católico, solo ha recibido un seminarista para el próximo año.
“Dublín tiene casi un millón de católicos y 197 parroquias en total, dos de las cuales se vieron obligadas a fusionarse la semana pasada por falta de sacerdotes”, señala The Times.
“El responsable diocesano de las vocaciones, Séamus McEntee”, continúa el artículo, “ve esto como un signo de una crisis de fe más amplia en la capital. El sacerdote añade: “Solía pensar que sería una crisis si tuviéramos menos de 100”.
Otras cifras dan la misma sensación de vértigo, como si se estuviera ante un abismo: la diócesis irlandesa de Achonry no ha ordenado sacerdotes desde 2013 y no tiene seminaristas. En los últimos cinco años, uno de cada cinco sacerdotes ha muerto en Irlanda.
Pero esta situación, cuyas causas son múltiples, no parece provocar una reacción en la dirección adecuada: "tendremos que adaptarnos" es la respuesta habitual.
O también: “las vocaciones son menos, pero mejores”, lo cual es una forma de criticar a generaciones de buenos sacerdotes y, sobre todo, de consolarse.
Ya es hora de despertar y buscar remedios reales. Pero para ello sería necesario primero hacer el diagnóstico correcto de la enfermedad que afecta a la Iglesia.
Fuentes: The Times/InfoCatolica – FSSPX.Actualités
Imagen: Diliff, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons