Italia: los masones rinden homenaje a Francisco

Fuente: FSSPX Actualidad

Bajo el título "Francisco, el Papa de los Últimos", la Gran Logia de Italia de Antiguos, Libres y Aceptados Masones (ALAM) ha expresado su último homenaje al difunto Papa, uniéndose "al dolor universal por el fallecimiento del Papa Francisco, un pastor que, con su enseñanza y su vida, encarnó los valores de la fraternidad, la humildad y la búsqueda de un humanismo planetario".

Es cierto que hay que tener cuidado con este tipo de homenajes, que se hacen desde un punto de vista determinado y que tratan de reducir a ideales masónicos ciertas ideas, aunque no tengan mucho que ver con ellos. Pero, en este caso, los puntos en común son, lamentablemente, demasiado evidentes, y la prosa de la ALAM tiene sus fundamentos en la propia doctrina del difunto Papa.

La Gran Logia Italiana desea "rendir homenaje a la visión del Papa Francisco, cuya obra está profundamente en sintonía con los principios de la masonería: la centralidad de la persona, el respeto a la dignidad de cada individuo, la construcción de una comunidad solidaria, la búsqueda del bien común". Y se basa en la encíclica Fratelli tutti.

En cuanto a los valores, la ALAM explica que "Libertad, Igualdad y Fraternidad son los tres valores fundamentales de la masonería. Superar las divisiones, las ideologías, el pensamiento único para reconocer la riqueza de las diferencias y construir una humanidad unida en la diversidad, tal era el ardiente deseo de Francisco, y ese es el mismo objetivo que persigue la Gran Logia de Italia".

En cuanto a los medios, el texto continúa subrayando que "el Papa Francisco ha sabido conjugar fe y razón. (...) Una fe capaz de cuestionarse, de acoger la duda y de dialogar, que también se encuentra en el método iniciático masónico, basado en un camino libre de dogmas, alimentado por la búsqueda incesante de la verdad", compara el texto.

En cuanto a los fines, "Francisco ha puesto en el centro a los últimos, la preocupación por el planeta y una ética del desarrollo basada en la dignidad humana". Esto "se encuentra en la construcción masónica del 'Templo interior', basada en la tolerancia, la solidaridad y la resistencia contra el odio y la ignorancia, que encuentra un profundo eco en la pastoral de Bergoglio, quien, con su 'revolución suave', ha demostrado que la humildad y el diálogo son instrumentos de auténtica fuerza".

Por último, "la Gran Logia de Italia se reconoce en el llamamiento del Papa Francisco a una 'conciencia planetaria' que reconoce a la humanidad como una comunidad de destino". Y concluye: "Honramos su memoria continuando nuestra labor en favor de una ética de los límites, del respeto al prójimo y de la construcción de un Templo fundado en la solidaridad, la libertad de pensamiento y la fraternidad universal".

Ciertamente, habría que examinar los conceptos empleados por el gran maestre de la Gran Logia de Italia, más allá de las palabras utilizadas, para compararlos con el pensamiento de Francisco; pero las similitudes que se establecen en este texto distan mucho de ser simples coincidencias verbales. Hay que reconocer que en el difunto Papa se produjo en cierta medida la 'revolución con tiara y capelo' con la que soñaban los carbonarios.

En otras palabras, el pensamiento de Francisco estaba profundamente teñido de los ideales masónicos que invaden el mundo desde los movimientos revolucionarios de los dos últimos siglos. Ese era precisamente el plan de los masones. Este espíritu masónico estaba presente en la Iglesia antes de Francisco, pero se hizo especialmente visible durante su pontificado. Solo queda rezar para que la Iglesia se purifique de él en el pontificado venidero.