Jerusalén: la presencia cristiana bajo amenaza

Fuente: FSSPX Actualidad

Panorama de Jerusalén Este

Los cristianos de la Antigua Ciudad de Jerusalén celebraron las vacaciones de Pascua este año en un clima de tensión. En cuestión: un hotel ocupado ilegalmente desde mediados de Cuaresma por colonos judíos que buscan erradicar toda presencia cristiana de la Ciudad Santa. Con el apoyo tácito de las autoridades.

Desde hace varios años, las tres principales denominaciones cristianas (católica, ortodoxa armenia y ortodoxa griega) se han enfrentado a una empresa sistemática de colonización de sus barrios por parte de facciones nacionalistas judías.

Así es como el grupo Ateret Cohanim -literalmente "Corona de Sacerdotes"- está tratando de "judaizar" Jerusalén Este -un área anexada ilegalmente por Israel según la ONU- adquiriendo bienes raíces a través de empresas fantasma, y asentando allí a colonos judíos para poder erradicar la identidad cristiana de la Ciudad Santa.

El conflicto dio un nuevo giro a mediados de la Cuaresma, el 27 de marzo de 2022, cuando los colonos volvieron, entrando por la fuerza al Hotel Petra.

La propiedad de este edificio, ubicado cerca de la Puerta de Jaffa en Jerusalén, ha sido disputada desde hace 20 años en los tribunales israelíes.

Vendido por el ex patriarca greco-ortodoxo, Ireneo I, en un controvertido acuerdo en 2004, el Hotel Petra, y su vecino, el Hotel Imperial, han sido reclamados desde entonces por Ateret Cohanim. Por su parte, el Patriarcado greco-ortodoxo ha acusado reiteradamente de fraude al partido contrario.

Las acciones de Ateret Cohanim esta semana validan este reclamo. Al entrar por la fuerza en la Pequeña Petra actúan como si estuvieran por encima de la ley, sin temor a las consecuencias, denunció Teófilo III durante la rueda de prensa: "No es solo una amenaza para dos hoteles, sino una amenaza para toda la presencia cristiana en la Antigua Ciudad de Jerusalén".

Este enfado es compartido por los católicos que se han unido ante el peligro que representa para los cristianos este nuevo despojo en la Ciudad Santa: "los apoyamos y estamos de su lado", aseguró el Custodio de Tierra Santa al líder de los ortodoxos griegos, el Padre Francisco Patton.

Del lado israelí, se prometió "hacer todo lo posible para abordar este problema y presionar a los grupos radicales, para que abandonen el hotel".

Sin embargo, estos buenos deseos no han sido llevados a cabo: "parece que el Estado no tiene el poder, ni la voluntad, de presionar a los ocupantes", lamentó Teófilo III, poco antes de Pascua.

Una tolerancia del Estado judío contra la que se rebela el Padre Nikodemus Schnabel. Para el benedictino, que preside la abadía del Monte Sión, colindante con la Antigua Ciudad, "es muy preocupante que Israel haya cerrado los ojos".

Este monje sabe de lo que habla, ya que su convento ha sido objeto de numerosos actos de vandalismo atribuidos a los colonos, la mayoría de los cuales han sido desestimados sin investigación. "¿Una ciudad de Jerusalén privada de toda presencia cristiana, habitada solo por judíos y musulmanes? ¡Qué problema!", advirtió el Padre Schabel.