Juicio en el Vaticano: actualización de las últimas sesiones (1)

La gendarmería vaticana
Distintos testigos fueron escuchados durante las últimas audiencias del juicio donde comparecieron muchos acusados, entre ellos el cardenal Angelo Becciu, por diversos hechos, pero especialmente por todo lo que rodea al caso del llamado "inmueble londinense" ubicado en la avenida Sloane.
Durante la 28ª sesión, compareció el jefe del Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano, el comisario Stefano De Santis. El testigo precisó que todas las investigaciones realizadas, administrativas y luego judiciales, se produjeron a raíz de la denuncia presentada por el director general del Instituto para las Obras de Religión (IOR) -el banco del Vaticano- Gian Franco Mammì, concerniente a los 150 millones de euros solicitados por la Secretaría de Estado.
Muchos otros procedimientos se sucedieron, bajo la dirección de la Autoridad Judicial. Por ejemplo, un informe del Auditor General, Alessandro Cassinis Righini, denunció, el 8 de agosto de 2019, "anomalías en la gestión de los activos de la Secretaría de Estado": cambios en la naturaleza de las inversiones, inicialmente muy conservadoras, hasta 2013, cuando se volvieron especulativas.
La inspección realizada en la Secretaría de Estado y con el director de la Autoridad de Inteligencia Financiera, Tommaso di Ruzza, el 1 de octubre de 2019, permitió dar las primeras respuestas, destacando el papel de Fabrizio Tirabassi en las irregularidades observadas.
El caso Cecilia Marogna
La policía eslovena, declaró Stefano De Santis, "nos informó de un ciudadano italiano que estaba realizando un fraude contra la Secretaría de Estado (…) por un monto total de 575,000 euros, por supuestas contribuciones a misiones humanitarias. Se trataba de Cecilia Marogna.
"Las exhaustivas investigaciones llevadas a cabo, arrojaron la imagen de una mujer que dilapidaba los fondos recibidos en viajes y gastos personales". El testigo también relató una reunión con el cardenal Becciu el 3 de octubre de 2020, quien "nos pidió que no hiciéramos hincapié" en la figura de Cecilia Marogna. El cardenal negó, en una declaración espontánea, las declaraciones del comisario.
Ozieri y Spes
Se investigó el caso de la diócesis de Ozieri y Spes, una cooperativa social dirigida por Antonino Becciu, hermano del cardenal. El comisario De Santis habló de pagos que no se habían hecho a las cuentas oficiales de la diócesis y de documentos redactados por el obispo para "abogar" por el pago de las contribuciones de la Conferencia Episcopal Italiana a favor de la cooperativa.
La reunión con el cardenal Becciu
La 29a audiencia continuó con el interrogatorio de De Santis, por aproximadamente 7 horas. El testigo mencionó nuevamente la reunión del 3 de octubre de 2020 entre el cardenal Angelo Becciu y el comisario del cuerpo de gendarmería, Gianluca Gauzzi Broccoletti, en la casa del cardenal.
De Santis afirmó que la reunión había sido organizada por el cardenal Becciu, pero este último respondió que Gauzzi lo había contactado por mensaje de texto. La reunión debía permanecer en secreto, pero De Santis afirmó que el "cardenal no se mostró asombrado o sorprendido" al recibir a los dos altos miembros de la gendarmería, lo que sugiere "que se trataba de 'una reunión concertada'.
"¡Nunca le dijimos al cardenal que esta reunión debía ser secreta, nunca! Un comisario visitando la casa de un cardenal podría haber sido una circunstancia conocida en el Vaticano", declaró el comisario.
El dinero confiado a Cecilia Marogna
En este caso, monseñor Becciu habría sido informado de la malversación de 575,000 euros por parte de Marogna y se habría ofrecido a reembolsar al secretario de Estado, pero lo habría detenido Gauzzi, quien habría declarado que él era el estafado y no el estafador.
En el apartamento del cardenal, no se hizo ninguna referencia a las actividades de Marogna para liberar a una religiosa secuestrada en Malí, ni a que "saqueaba" dinero de la Santa Sede. "Cuando fuimos a ver al cardenal, ya sabíamos con certeza que Becciu estaba informado de todo esto", aseguró el testigo. Por el contrario, el cardenal afirma haberse enterado de lo ocurrido durante la reunión con Gauzzi y De Santis.
Según este último, el cardenal no pareció sorprendido por el fraude, "sino que solo le molestó que se mencionara ese nombre, porque podría perjudicarlo a él y a su familia".
El registro secreto en el hotel Bulgari
En el hotel Bulgari tuvo lugar una importante conversación entre el corredor Gianluigi Torzi, exempleado del Vaticano, Fabrizio Tirabassi y Enrico Craso, asesor financiero de la Secretaría de Estado, quien grabó en secreto la conversación.
Los gendarmes constataron el "comportamiento delictivo" de Torzi, a quien la Secretaría de Estado tuvo que pagar 15 millones de libras esterlinas para que renunciara a las 1000 acciones con derecho a voto que le garantizaban el control total de la propiedad de Londres. Una auténtica extorsión, según la fiscalía.
La espontánea declaración del Cardinal Becciu
La 30ª audiencia inició con una nueva y larga declaración espontánea del cardenal Becciu, en respuesta a las declaraciones realizadas el día anterior durante el interrogatorio del comisario de gendarmería Stefano De Santis.
El cardenal mencionó nuevamente la reunión del 3 de octubre de 2020. Según él, Gauzzi había pedido que la reunión fuera "protegida por un compromiso de absoluta confidencialidad": "Confirmo absolutamente que me pidieron mantener el secreto y así lo hice, y nunca dije nada a nadie sobre esa reunión", declaró.
El cardenal también mencionó la financiación de la CEI a la Caritas de la diócesis sarda de Ozieri, luego devuelta a la cooperativa Spes, de la que es propietario su hermano Tonino. Pero "no vi en eso, ni veo, ningún delito, porque la ayuda mutua es una práctica normal en la Iglesia", subrayó monseñor Becciu. Se ha ayudado a más de 70 personas a encontrar empleo.
El imputado señaló: "mi familia era sospechosa de haberse enriquecido". En este sentido, el cardenal invitó al comisario De Santis a declarar públicamente si las inspecciones habían encontrado alguna vez ingresos irregulares en las cuentas de los miembros de su familia: "¡Le autorizo a decirlo! Nunca un centavo entró en los bolsillos de mis hermanos".
Finalmente, en lo respectivo a Cecilia Marogna, aclaró con ella la cuestión del fraude sobre el uso del dinero confiado, y ella le aseguró que no era cierto. "Me aseguré de decirle que si había tomado ese dinero, tenía que devolverlo absolutamente".
Fuente: Vatican news – FSSPX.Actualités
Imagen: Vatican Media, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons