Juicio en el Vaticano: un testigo clave “indultado” por el Papa

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Alberto Perlasca

El testigo clave en el juicio del siglo, que concluyó en el Vaticano el 13 de diciembre de 2023, con la condena del cardenal Angelo Maria Becciu, acaba de ser reintegrado a sus funciones en el Vaticano. Estas noticias se filtraron discretamente desde los palacios apostólicos y los vaticanistas no tardaron en reaccionar.

Si bien los romanos sabían que el involucrado no estaba lejos del Capitolio hasta la Roca Tarpeya, el billete de regreso desde el precipicio más famoso de la Antigüedad nunca estuvo realmente asegurado. A menos que tomara un ascensor argentino.

Esto es lo que parece haber ocurrido el 24 de abril de 2024, cuando uno de los principales personajes en el juicio del siglo, que sacudió a la Ciudad del Vaticano durante muchos meses, Monseñor Alberto Perlasca, fue reintegrado a sus funciones de promotor de justicia –el equivalente a un fiscal– en el Tribunal de la Signatura Apostólica, el máximo órgano judicial de la Iglesia.

Alberto Perlasca, exjefe de la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado –la “caja fuerte” de uno de los dicasterios más poderosos del microestado– es el principal testigo de cargo contra el cardenal Becciu, condenado el 16 de diciembre de 2023 a cinco años y medio de prisión por fraude, en el marco de una transacción financiera que hizo perder al Vaticano varios cientos de millones de euros.

Durante el proceso, el testimonio de Monseñor Perlasca – que no es obispo sino prelado honorario de Su Santidad, lo que le permite ostentar el título de “Monseñor” – suscitó numerosas cuestiones y ciertas controversias, en particular por un memorándum escrito por el prelado sobre las indicaciones de las personas vinculadas al escándalo Vatileaks.

En su escrito de acusación durante el juicio, el promotor de justicia del tribunal vaticano, Alessandro Didi, sorprendió a más de un observador minimizando el papel desempeñado por Alberto Perlasca en todo este asunto, abriendo así el camino a una posible reintegración del interesado.

En cualquier caso, todo esto no podría hacerse sin haber recibido al menos la aprobación de la Casa Santa Marta, donde ahora vive Monseñor Perlasca, no lejos de los apartamentos del pontífice argentino. ¿Qué sentido se debe dar a esta reintegración por la puerta trasera? ¿Un Papa que quiere mostrar un rostro misericordioso?

¿O el deseo de no sancionar a personas que no fueron investigadas oficialmente durante el juicio? ¿O una manera de agradecer al prelado por haber ayudado a neutralizar al cardenal Becciu, cuya influencia estaba provocando tensiones en el Vaticano?

En 2017, Francisco señaló que “reformar” la Curia Romana era como “limpiar la Esfinge de Egipto con un cepillo de dientes”. Con el cardenal Becciu eliminado, la Esfinge puede ser más proclive a dejarse manipular.

Sin embargo, el juicio del Vaticano no es una historia antigua, ya que los condenados han apelado la sentencia contra ellos en primera instancia, y deberá celebrarse un segundo juicio, aunque más de un prelado quisiera que se pospusiera indefinidamente: el colmo para los romanos...