La actualidad del mensaje de Fátima en esta epidemia
El 103 aniversario de las apariciones de Fátima se celebró el 13 de mayo de 2020. Durante esta celebración, la Guardia Nacional Republicana portuguesa llevó a cabo una operación llamada "Fátima en casa", con el objetivo de evitar que los peregrinos ingresaran al santuario mariano.
Como consecuencia de esta operación de confinamiento, el santuario de Fátima fue puesto bajo la vigilancia de 3,500 soldados, cuya misión era garantizar que ningún fiel pudiera acercarse al lugar sin una justificación plausible. Y, como lamenta el historiador Roberto de Mattei en la edición de Corrispondenza Romana del 12 de mayo: "Evidentemente, para las autoridades, la oración no es una justificación válida. En realidad, no solo se bloquearon todas las vías de acceso al santuario, sino también otros lugares de devoción, como Aljustrel, el pueblo donde nacieron Lucía, Francisco y Jacinta; Valinhos, el sitio de la aparición de agosto; y el propio Vía Crucis".
Pueden acordonar el santuario, pero jamás podrán confinar el mensaje de Nuestra Señora. En una videoconferencia dada el 20 de mayo de 2020 en Roma, el cardenal Raymond Leo Burke recordó la sorprendente actualidad de las palabras de la Santísima Virgen durante este período de pandemia.
"Las apariciones de Nuestra Señora de Fátima tuvieron lugar en un momento en que el mundo atravesaba una crisis aterradora, una crisis que amenazaba su propio futuro, una crisis que, de muchas maneras terribles, continúa amenazando hoy en día el futuro del hombre y del mundo. Es una crisis que también ha infectado la vida de la Iglesia, aunque sin tocar, por supuesto, la realidad objetiva de la vida de Cristo en la Iglesia para nuestra salvación, sino que, más bien, oculta y manipula a la Iglesia desde el interior con fines ajenos a su naturaleza y, por lo tanto, perjudiciales para las almas.
"La manifestación inmediata de la crisis fue el surgimiento del materialismo ateo o comunismo en Rusia, y su propagación en el mundo entero. El materialismo ateo o comunismo son el mal en su raíz, porque son el abandono de la fe en Dios y en su plan para nuestra salvación eterna, como Él, desde la creación, lo inscribió en la naturaleza y, sobre todo, en el corazón del hombre. Es el abandono del Misterio de la fe, la indiferencia, el desprecio, e incluso hostilidad, hacia la realidad suprema de la Encarnación redentora del Hijo de Dios por la cual obtuvo para el hombre la salvación eterna, la morada del Espíritu Santo en el hombre, de la gracia divina, para que el hombre pudiera vivir en comunión con Dios, de acuerdo con su plan para su creación. (...)
La apostasía de la fe
"Dios preparó a los mensajeros de la Virgen de Fátima mediante tres visiones del Ángel de Portugal que tuvieron lugar durante la primavera, verano y otoño de 1916. En la primera visión, mientras les decía a los pastorcitos que no temieran y les aseguraba que él era "el Ángel de la Paz", les enseñó a orar tres veces con estas palabras: Dios mío, yo creo, adoro, espero y Os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Os aman.
"El Mensajero de Dios enviado a los pastorcitos indicó así la forma en que la Madre de Dios guiaría al mundo para enfrentar la grave crisis del materialismo o comunismo ateo y su apostasía intrínseca: el camino de la fe y de la oración, de la penitencia y la reparación.
"La apostasía no se limita simplemente a la negación de la fe, sino que involucra todos los aspectos de la fe. Según el Dictionnaire de théologie catholique, "la apostasía es un pecado contra la fe, porque rechaza la doctrina revelada; contra la religión, porque niega a Dios el verdadero culto; contra la justicia, porque conculca las promesas de los cristianos". (...)
"Los estudios más respetados sobre las apariciones de Nuestra Señora de Fátima sostienen que la tercera parte del Mensaje o Secreto de Fátima está relacionada con las fuerzas diabólicas que se encuentran desatadas por el mundo en nuestros tiempos y que afectan la vida misma de la Iglesia, que alejan a las almas de la verdad de la fe y, en consecuencia, del Amor divino que brota del Corazón glorioso y traspasado de Jesús. Nuestra Señora de Fátima deja en claro que solo la fe, que coloca al hombre en la relación de unidad con el Sagrado Corazón de Jesús, a través de la mediación de su Inmaculado Corazón, puede salvarlo de los castigos materiales y espirituales que la rebelión contra Dios necesariamente atrae sobre sus autores y sobre toda la sociedad y la Iglesia. Por lo tanto, exhorta a una conversión diaria de la vida para la salvación de las almas y la salvación del mundo. (...)
Los remedios espirituales
"La Virgen indicó el remedio espiritual para la deplorable situación que atraviesan el mundo y la Iglesia. También predijo los terribles castigos físicos que acaecerían si no se hacía caso a su petición de consagrar a la responsable de la propagación del comunismo ateo al Sagrado Corazón de Jesús mediante su Inmaculado Corazón, y adoptar la práctica regular de la reparación por tantas ofensas cometidas contra el amor inconmensurable e incesante de Dios manifestado tan perfectamente en el glorioso y traspasado Corazón de Jesús.
"La consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María es más necesaria hoy que nunca. Cuando vemos cómo el mal del materialismo ateo, que tiene sus raíces en Rusia, dirige drásticamente al gobierno de la República Popular de China, comprendemos que el gran mal del comunismo debe ser curado desde su raíz mediante la consagración de Rusia, como lo pidió la Virgen. Al reconocer la necesidad de una conversión total del materialismo ateo y del comunismo a Cristo, la petición de Nuestra Señora de Fátima para consagrar Rusia a su Inmaculado Corazón, de acuerdo con su instrucción explícita, sigue siendo urgente.
"La comunión reparadora de los primeros sábados representa el núcleo de una vida coherente vivida en Cristo, una unión de corazones, unidos al Inmaculado Corazón de María, al Sagrado Corazón de Jesús. Nuestra Señora nos aseguró que su Inmaculado Corazón triunfará, que la verdad y el amor de su Divino Hijo triunfarán. Estamos llamados a ser los agentes de su triunfo a través de nuestra obediencia a su consejo maternal. (...)
"La realidad de la apostasía de la fe, que se manifiesta mediante la propagación del materialismo ateo en nuestro tiempo, nos asusta profundamente, y con justa razón. Nuestro amor por Cristo y por su Cuerpo místico, la Iglesia, nos hace comprender la gravedad del mal cuyo objetivo es impedir nuestra salvación eterna en Cristo. No cedamos al desánimo, más bien recordemos que el Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María nunca deja de latir amorosamente por nosotros, los hijos que su Divino Hijo le dio mientras moría sobre la Cruz. Con cuidado maternal, atrae nuestros corazones hacia su glorioso Corazón Inmaculado, a fin de conducirnos al Corazón Divino, el Sagrado Corazón de Dios Hijo, que es el Hijo de María, y que nunca ha dejado de latir amorosamente por nosotros y por nuestro mundo. La Santísima Virgen nos enseña, al igual que enseñó a los sirvientes de las Bodas de Caná en su tribulación: "Hagan lo que Él les diga". (Jn 2, 5) Debemos estar dispuestos, con la ayuda de la Virgen Madre de Dios, a aceptar cualquier sacrificio que se nos pida, para ser hermanos y hermanas fieles de Cristo, soldados fieles de Cristo, el Hijo unigénito de Dios, fieles cooperadores de su gracia".
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Fuentes : Corrispondenza Romana/LifeSiteNews – trad. à partir de benoitetmoi et J.Smits/DICI - FSSPX.Actualités - 03/07/2020