La Asociación Patriótica Católica China (2)
Catedral de San Francisco en Xi'an
Este artículo y los siguientes pretenden presentar una realidad muy particular, que juega un papel determinante en la vida de los católicos en China, ya sea reclutándolos bajo la bandera del Partido Comunista Chino o lanzándolos de nuevo a las catacumbas. El artículo fue publicado en el sitio web de las Misiones Extranjeras de París. Esta presentación permitirá al lector desinformado comprender lo que está en juego en el acuerdo entre China y el Vaticano, que debería renovarse en octubre.
Introducción
Cuarenta años después de la fundación de la Asociación Patriótica Católica China, es posible hacer una lectura más completa de los acontecimientos que marcaron esta época y descifrar el diseño y los objetivos fijados por los líderes del PCCh y que pretendían lograr a través de su creación.
En esta perspectiva de más de cuatro décadas, es necesario admitir que este plan fue hábil y que, llevado a cabo con meticulosa paciencia y constancia, produjo frutos razonablemente buenos desde el punto de vista de la acción del Partido, que puso en marcha esta iniciativa.
"Razonablemente buenos", porque en sus primeras etapas estos resultados fueron precarios y desalmados, derivados de un deseo de manipulación y coerción no siempre muy bien velado. Los "frutos", la estructura patriótica de la Iglesia oficial en China, no es producto del pensamiento teológico ni del impulso espiritual de los creyentes.
Cada paso muestra su carácter forzado. Estos "frutos" están listos para desaparecer tan pronto como las circunstancias lo permitan. No es casualidad que los llamamientos a "fortalecer" el papel de la Asociación, que los líderes suelen dirigir a la parte más dócil de la Iglesia, se hayan vuelto constantes.
La "estructura" patriótica de la Iglesia oficial en China es el elemento que la caracteriza y denota su intrínseca debilidad. Es una estructura que el régimen impuso y aún impone contra la Iglesia católica, siguiendo así un plan constante. Esta estructura es la que la convierte en un instrumento dócil en manos del régimen.
Pero esta estructura la hace sospechosa para algunos e inaceptable para muchos otros: alimenta el conflicto con la Iglesia universal y con la Sede de Pedro; es la causa de la escisión que se ha profundizado dentro de la Iglesia china y que divide a los creyentes entre oficiales y no oficiales, patriotas y clandestinos, dóciles a las exigencias del régimen y firmemente intransigentes en las posiciones plenamente católicas.
Sorprendentemente, este elemento estructural (que el Partido nunca ha querido discutir y sobre el que nunca ha hecho concesiones ni compromisos) es un aspecto mayormente ignorado y totalmente infravalorado. Si se observan las cosas superficialmente, todo parece estar en calma. Pero las "minas" están constantemente activas, muy cerca de los cimientos eclesiales.
La estructura “oficial” de la Iglesia en China
Solo después de cuatro décadas es posible definirla con claridad. Las diferentes piezas del rompecabezas fueron encajando lentamente, construyendo el escenario que conocemos hoy. Se puede resumir la estructura oficial de la Iglesia dentro de las fronteras chinas de la siguiente manera.
La "máxima autoridad" reside en la Conferencia Nacional de Representantes Católicos Chinos, convocada cada cinco años. Forman parte de ella los obispos reconocidos como tales por el régimen, así como los más altos funcionarios a nivel nacional de la Asociación Patriótica de Católicos (APC) y los representantes elegidos por las circunscripciones eclesiásticas entre sacerdotes, religiosos y laicos.
La Novena Conferencia se llevó a cabo del 27 al 29 de diciembre de 2016. La Conferencia de Representantes tiene la tarea de elegir a todos los funcionarios del Colegio de Obispos de China y de la Asociación Patriótica.
La Iglesia católica se describe oficialmente como "independiente y autónoma" (art. 2 de los estatutos del colegio episcopal). Oficialmente, no se prevé ningún vínculo entre la Iglesia oficial y la Iglesia universal y no se reconoce explícitamente ningún papel al Sucesor de Pedro.
El nombramiento de los obispos (elegidos en principio por las distintas circunscripciones eclesiásticas) es competencia de la Comisión Permanente del Colegio Episcopal, que da luz verde a la ordenación episcopal (en lugar de la bula papal).
Este colegio, debe discutir "sobre temas importantes con los líderes de la APC". Este texto no especifica qué cuestiones son consideradas importantes.
¿Cómo surgió esta estructura? ¿Cuáles fueron los momentos y pasos importantes que llevaron a la Iglesia en la República Popular China a la situación actual?
Continuará...
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Fuente: MEP – FSSPX.Actualités
Imagen: Hallelujahgod, CC BY 3.0, via Wikimedia Commons