La Curia romana propone una moratoria al Camino Sinodal alemán

Fuente: FSSPX Actualidad

Reunión interdicasterial: de izquierda a derecha, los cardenales Luis Ladaria, Pietro Parolin y Marc Ouellet

Del 14 al 19 de noviembre de 2022, los 62 obispos alemanes realizaron una visita ad limina a Roma. Allí se reunieron con el Papa, así como con los jefes de los dicasterios romanos. El viernes 18, una reunión especial, moderada por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, reunió a varios jefes de dicasterios y del episcopado alemán, para hablar sobre el Camino Sinodal de Alemania.

Una reunión planeada desde hace tiempo

Esta reunión interdicasterial estaba "planificada desde hace tiempo", afirma el comunicado conjunto de la Santa Sede y los obispos alemanes, "como una oportunidad para reflexionar juntos sobre el Camino Sinodal en curso en Alemania, convocado en respuesta a los casos de abuso sexual de menores por clérigos".

El Secretario de Estado habló sobre las preocupaciones que suscita el Camino sinodal, y subrayó el riesgo de "reformas de la Iglesia y no en la Iglesia".

Monseñor Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, recordó el espíritu del Camino Sinodal alemán, "basado en la escucha del pueblo de Dios y el duelo por los abusos cometidos por miembros del clero".

El presidente del Camino Sinodal también enumeró los temas tratados durante las asambleas sinodales: "el poder y la distribución de poderes en la Iglesia, la participación comunitaria y la planificación misionera, la vida sacerdotal hoy, el papel de la mujer en los ministerios y cargos de la Iglesia", incluyendo también el amor en la sexualidad y en las relaciones.

También intervinieron los cardenales Luis Ladaria y Marc Ouellet, prefectos de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos, respectivamente. Estos últimos hablaron con franqueza y claridad sobre "las preocupaciones y reservas respecto a la metodología, contenidos y propuestas del Camino Sinodal, proponiendo (…) que las demandas surgidas hasta ahora sean incluidas en el Sínodo de la Iglesia Universal".

Su intención es evidente: neutralizar estas propuestas diluyéndolas en el Sínodo Mundial. Pero con un peligro evidente: que sea el Sínodo Mundial el que se contagie con esta inyección de veneno virulento.

Una propuesta de moratoria 

Durante la discusión que siguió, el comunicado conjunto especifica que la Curia hizo una propuesta de moratoria, con respecto al Camino Sinodal, propuesta que no fue del agrado de los obispos alemanes.

En conclusión, el cardenal secretario de Estado acogió con satisfacción la discusión, no formal, pero necesaria y constructiva, que "no puede ser ignorada" en los procesos en curso. Este proceso de escucha y diálogo continuará en los próximos meses, "para contribuir al enriquecimiento del camino sinodal alemán y del Sínodo Universal de la Iglesia".

Las reacciones alemanas tras la visita ad limina y la reunión interdicasterial

Monseñor Bätzing dio una conferencia de prensa el sábado 19 en Roma. Habló en particular de la "difícil visita ad limina". Aunque no restó importancia al enfrentamiento con la Curia, afirmando tener un intercambio "duro en el fondo y firme en el tono", celebró el avance de la cultura sinodal que constató dentro de la Curia, más a la escucha, en su opinión. 

Explicó que la elaboración del comunicado conjunto emitido el día anterior presentó algunas dificultades. "No estamos de acuerdo en cuestiones teológicas importantes, especialmente en lo que respecta al camino sinodal", reconoció el obispo alemán, quien volvió a defender el proceso y desestimó la propuesta de moratoria.

Al ser interrogado sobre su postura respecto a la bendición de las parejas homosexuales: "No suprimiré" la posibilidad de bendecir a las parejas del mismo sexo que "creen y piden la bendición de Dios", insistió. Finalmente dijo que, por parte de la Santa Sede, la cuestión de la ordenación de mujeres se considera "cerrada". Varios obispos hicieron un balance mixto, pero resintieron la oposición romana.

El obispo de Münster, Felix Genn, calificó las conversaciones de "duras, pero justas por ambas partes". Respecto a las cuestiones discutidas en Alemania sobre la ordenación de las mujeres y la abolición del celibato obligatorio para los sacerdotes, el Papa habría tomado una posición clara, calificando la primera cuestión de dogmática y la segunda de disciplinaria.

El obispo de Essen, Monseñor Franz-Josef Overbeck, regresó a su diócesis "muy pensativo". Durante los encuentros con las autoridades vaticanas, el tema se habría centrado sobre todo en cuestiones de fe y comprensión de la tradición. Afirmó que los obispos alemanes atenderán las demandas claras que se les dirigen, y considerarán cómo abordarlas.

Por su parte, el obispo de Trier, Monseñor Stephan Ackermann, se mostró feliz de haber podido hablar en persona sobre el Camino Sinodal con la Curia. Pero los temas y documentos del camino sinodal ya están desplegando sus efectos, prosigue monseñor Ackermann. "Completaremos el camino sinodal como estaba previsto el próximo febrero y presentaremos los resultados en Roma", concluyó el obispo.

Finalmente, el obispo de Passau, Monseñor Stefan Oster, no vio ninguna concesión del Vaticano en el camino sinodal. Percibió "una clara contradicción en los temas que, a mi juicio, se discuten con más intensidad entre nosotros": los temas de la antropología y la eclesiología cristianas, a los que se vincula el acceso a los ministerios ordenados. Algunos temas son "no negociables".

El moderador del encuentro, el cardenal Pietro Parolin, habría subrayado que "estas intervenciones romanas deben tenerse en cuenta en la continuación del camino sinodal". Estas propuestas han permitido evitar una moratoria propuesta también para el Camino sinodal, "para que pueda seguir avanzando teniendo en cuenta las intervenciones realizadas".

Este es sin duda el resultado más interesante de esta visita: al menos algunos obispos alemanes están cuestionando la legitimidad de ciertos elementos incompatibles con la fe y la tradición, que el Camino Sinodal quiere promover.

Sin embargo, se han visto fuertemente obstaculizados por algunos laicos que han reaccionado con indignación a la moratoria propuesta. Por ejemplo, la Asociación Federal de Trabajadores Pastorales Alemanes calificó de "escándalo" que durante la visita ad limina se negociara una moratoria en el camino sinodal sin la participación de todo el presídium.

Añaden que es bueno que finalmente se haya producido un diálogo directo entre los obispos y los críticos romanos, pero al mismo tiempo no debe haber más vuelta atrás en la comprensión de la sinodalidad, es decir, que los laicos y los clérigos deben deliberar y decidir juntos.

Para los laicos alemanes, no hay discusión posible sobre este tema: pero no es de extrañar, ya son cismáticos, e incluso heréticos en ciertos puntos.