La diversidad amenaza a la Guardia Suiza

Fuente: FSSPX Actualidad

¿La ideología de género acabará con las tradiciones de la Guardia Suiza Pontificia, una institución con casi medio milenio de antigüedad? Es posible, si consideramos la disposición del nuevo cuartel destinado al acuartelamiento de aquellos que deben velar día y noche sobre la persona del sucesor de Pedro.

El edificio debería ser inaugurado en 2027. Ese año se conmemorará el 500 aniversario del sacrificio de los 189 guardias que protegieron heroicamente la huida del Papa Clemente VII al Castillo de Sant'Angelo. El proyecto llamó la atención de los periodistas de SonntagsZeitung.

El futuro cuartel, cuyo financiamiento se estima en 50 millones de francos suizos, o 46 millones de euros, incluye un ala diseñada con habitaciones individuales y baños privados.

"Desde el principio, fue importante para nosotros que el nuevo edificio ofreciera un espacio que pudiera ser utilizado por mujeres", admitió Jean-Pierre Roth, exdirector del Banco Nacional de Suiza, ahora director de la Fundación para la renovación del cuartel.

Una iniciativa recibida con beneplácito por la presidenta de la Fundación de la Guardia Suiza, Ruth Metzler-Arnold, quien señaló que "en cuanto sean admitidas las mujeres, aumentará el potencial de reclutamiento de la Guardia". Un proyecto que parece haber superado la etapa de la hipótesis.

Para justificar esta posible revolución en el cuerpo de élite suizo, se argumenta que es difícil renovar la fuerza de trabajo: alrededor de treinta nuevos guardias entran en servicio cada año, contra el mismo número de salidas. Hace tres años, el Papa Francisco decidió aumentar el número de tropas de 110 a 135 soldados, debido a los crecientes riesgos de seguridad.

La apertura a las mujeres facilitaría, según los promotores del proyecto, el reclutamiento que exige que el candidato sea católico, de nacionalidad suiza, sin antecedentes penales, que haya completado la escuela de reclutamiento y goce de buenas condiciones físicas y mentales.

Un argumento de poco peso cuando se sabe que la guardia suiza nunca ha tenido gran dificultad, a lo largo de su historia, para encontrar reclutas procedentes de la Confederación Suiza...

Sin embargo, la decisión final de ampliar el cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia recae en el Soberano Pontífice: un miembro de la oficina de prensa de la Santa Sede que viajó con el Papa Francisco a Hungría y Eslovaquia, declaró el 12 de septiembre no estar al tanto del proyecto, mientras que otra fuente respondió: "ya veremos".

¿Será que las cosas han avanzado demasiado rápido? En cualquier caso, la confusión es tan fuerte en Roma que se solicitó una aclaración: "Me preguntaron sobre el proyecto de renovación del cuartel y dije que el proyecto de construcción prevé la oportunidad de integrar a las mujeres, ya que eventualmente habrá habitaciones individuales", explicó Jean-Pierre Roth el 13 de septiembre pasado.

Y añadió: "Si el Vaticano decidiera hacerlo, entonces no habría ningún problema. ¡Pero eso no significa que sucederá pronto!", insistió, lamentando que la prensa haya "creado confusión".

Según sus declaraciones, cuando la Secretaría de Estado estudió el proyecto, no hizo ningún comentario sobre este punto. Lo que hace falta, es el quid de la cuestión: el Vaticano no está dispuesto a invertir en el proyecto; depende de la fundación encontrar donantes generosos, según informó Il Messagero el 14 de septiembre.

Básicamente, la cuestión permanece abierta. Cuando fue interrogado por SonntagsZeitung, un oficial de la Guardia Suiza sugirió que era "concebible" abrir la Guardia a las mujeres en el futuro.

En esta confusión que anuncia un fin de pontificado, no nos atrevemos a imaginar la perplejidad que debe reinar dentro de un cuerpo de élite cuya reputación y profesionalismo están bien asentados.