La Iglesia, Hong Kong y el espectro de Tiananmén

Fuente: FSSPX Actualidad

Los hongkoneses conmemoran a las víctimas de las masacres de la Plaza de Tiananmén de 2019

El 4 de junio de 2024 se cumplió el 35º aniversario de la represión de la Plaza de Tiananmén, y el obispo de Hong Kong pidió pasar página del pasado, mientras los tribunales de la antigua concesión británica declararon culpables a 14 activistas a favor de la democracia.

Hace 35 años, la noche del 3 al 4 de junio de 1989, por orden de Deng Xiaoping, hombre fuerte del régimen comunista, el Ejército Popular de Liberación abrió fuego contra los manifestantes reunidos en la plaza de Tiananmén de la capital, poniendo fin a seis semanas de un movimiento de protesta sin precedentes. Las autoridades chinas informaron de 241 muertes: cifras puestas en entredicho en el extranjero.

Cada año, anticipando el regreso del mes de junio, la Iglesia católica busca la renovación del acuerdo secreto provisional firmado hace seis años con Beijing. El servicio diplomático romano tuvo que releer atentamente los términos del editorial publicado por el cardenal Stephen Chow el 30 de mayo de 2024 en el Sunday Examiner, el semanario diocesano de Hong Kong.

El obispo de Hong Kong habló de la “profunda herida” generada por “el acontecimiento destructor de vidas ocurrido hace 35 años”. The Pillar señala que el prelado evitó cuidadosamente el uso de los términos "masacre" o "Tiananmén", cuya mera mención sería suficiente para irritar al gobierno chino.

La idea propuesta por el alto prelado es que ha llegado el momento de pasar página: “Queda una herida que requiere una atención adecuada para sanar: rezo para que así sea. Dicho esto, no debemos esperar sino seguir adelante. Una vida sana no debería limitarse a una espiral oscura de dolor y resentimiento interminables”, escribe.

The Pillar recuerda que unos meses antes de su elevación al cardenalato, el 30 de septiembre de 2023, Monseñor Chow, “en una entrevista con Mondo e Missione”, dejó en claro “que se había unido a Amnesty International antes de 1989”, uno de los enemigos de Beijing – “pero que ya no era miembro”.

El periódico continúa: “Desde que fue nombrado obispo de Hong Kong, el alto prelado ha enfatizado repetidamente la importancia de la reconciliación”. Así, realizó “una visita de cinco días a Beijing en 2023” y “un segundo viaje oficial a China continental en abril de este año”.

The Pillar señala que, visiblemente preocupado por no alienar a las autoridades comunistas, Monseñor Chow llamó también a los católicos locales a "amar a nuestro país y a nuestra Iglesia al mismo tiempo", reconociendo "las dificultades" que enfrentan actualmente los fieles en China.

El 29 de mayo, Beijing anticipó a su manera la conmemoración de la represión: la justicia de Hong Kong "declaró culpables de subversión" "a catorce activistas prodemocracia”, informó Le Figaro, “en el mayor caso hasta la fecha vinculado a la ley de seguridad nacional promulgada a mediados de 2020”. El mismo día “siete personas fueron arrestadas” por haber publicado mensajes en las redes sociales considerados “sediciosos” a los ojos del PCCh, informó Ucanews.

Otro preso languidece en prisión desde hace tres años: Jimmy Lai, de fe católica, exdirector del diario Apple Daily -medio de comunicación crítico con el gobierno- espera la continuación de un juicio iniciado en enero pasado, durante el cual decidió declararse "inocente", a riesgo de sufrir las penas más severas previstas por la ley de seguridad nacional de Hong Kong impuesta por Beijing, informó Le Monde.

En un contexto en el que los escasos espacios de libertad de los católicos chinos en el continente y la antigua concesión británica se están derritiendo como nieve al sol, la Santa Sede está trabajando para renovar el acuerdo provisional, con el fin de fortalecer los vínculos entre la Iglesia y China.

Pero esto se produce a costa de continuas persecuciones que la diplomacia romana espera que perduren solo en el corto plazo. Una apuesta arriesgada –algunos dicen que es una locura– en la que nada indica que el catolicismo resulte ganador.