La Iglesia italiana, la última víctima de la sinodalidad

En octubre de 2021, la Conferencia Episcopal de Italia (CEI) puso en marcha un "camino sinodal" que se extenderá a lo largo de tres años. La Asamblea General de la CEI había acordado un desarrollo en tres fases que retomaba el esquema del sínodo mundial: fases narrativa, sapiencial y profética. El título del evento es "Camino sinodal de las Iglesias en Italia".
Desarrollo del camino sinodal italiano
La primera fase, denominada "narrativa", aprovechó el desarrollo del Sínodo mundial para relanzar las propuestas de "escuchar y aprender de la vida de las personas, las comunidades y los territorios" que la CEI había formulado en esa ocasión. En 2022, la Asamblea General de la CEI identificó y validó una serie de "prioridades".
Durante la segunda fase, denominada "sapiencial", que finalizó en abril de 2024, se invitó a las diócesis italianas a reflexionar sobre cinco cuestiones establecidas a raíz de los resultados de la primera fase de escucha: la misión según el estilo de la cercanía; el lenguaje y la comunicación; la formación en la fe y en la vida; la sinodalidad permanente y la corresponsabilidad; el cambio de estructuras.
Para la introducción a la tercera fase, llamada "profética", se presentaron al Consejo Episcopal Permanente los Lineamientos para que sirvieran de guía a la primera Asamblea sinodal italiana, que se celebró del 15 al 17 de noviembre en Roma. Este texto insistía en la formación, la corresponsabilidad, el lenguaje, la comunicación y la cultura.
La primera asamblea sinodal preparó el Instrumento de trabajo, que pone énfasis en los temas que surgen de la fase profética, indicando los principios para la elaboración de propuestas concretas. El Instrumento de trabajo se envió posteriormente a las iglesias locales para que hicieran llegar sus observaciones a la secretaría del Camino sinodal antes del 28 de febrero de 2025.
El Instrumento de trabajo, una vez completado, se presentó en la sesión de primavera del Consejo Episcopal Permanente (10-12 de marzo), que lo aprobó. Posteriormente, se presentó en la segunda Asamblea sinodal, que se celebró del 31 de marzo al 4 de abril de 2025.
Esta última tenía la tarea de elaborar Propuestas de decisiones y deliberaciones, que debían entregarse al Consejo Episcopal Permanente y a la 80° Asamblea General de la CEI, prevista para los días 26 a 29 de mayo, para darles una forma definitiva.
El calendario explica que estas Propuestas están destinadas a constituir el núcleo del Liber Synodalis, que luego se entregará a las iglesias locales para su recepción y posterior verificación. El texto final de estas Propuestas, preparado durante esta segunda Asamblea sinodal, fue rechazado firme y ampliamente...
Composición de la Asamblea Sinodal
El portal Vatican News presenta cómo está compuesta esta Asamblea que convocó a "1,008 participantes, entre los cuales hay 168 obispos (y 7 cardenales), 252 sacerdotes, 34 religiosos, 17 diáconos y 530 laicos (253 hombres y 277 mujeres)". Había, por tanto, una mayoría de laicos en esta Asamblea, lo cual es una extraña anomalía, pero no es realmente sorprendente.
Tras el desastre del "Concilio pastoral holandés", cuya composición presentaba una mayoría de laicos, y luego del sínodo conjunto de las diócesis alemanas en Wurzburgo, que también estaba desequilibrado, el código de derecho canónico de 1983 permitió la presencia de laicos en los sínodos diocesanos, pero en menor número que los clérigos.
Por esta razón, el Camino sinodal alemán eligió una fórmula sui generis, fuera de las estructuras canónicamente determinadas, lo que le valió las observaciones del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, observaciones despectivamente rechazadas por el cardenal Reinhard Marx. Sin embargo, fue necesario admitir que la asamblea no tenía poder de decisión en las diócesis.
El camino sinodal italiano se encuentra en la misma situación: no es ni un sínodo diocesano ni sínodos diocesanos conjuntos, ni un sínodo o concilio nacional. Sus decisiones, por lo tanto, no tienen ninguna autoridad. Pero, al igual que en el camino sinodal alemán, las decisiones serán aprobadas por la CEI y luego asumidas por los obispos, cada uno en su diócesis.
Sin embargo, los participantes sin duda pensaban que tenían ese poder y lo demostraron. En efecto, en el momento de la votación del texto final, el 3 de abril, una moción que reunió a 854 votantes, con 835 votos a favor, 12 en contra y 7 abstenciones, decidió rechazar este texto para pedir que se reescribiera, ya que, según los miembros, no integraba las enmiendas de manera satisfactoria.
Así, la Asamblea decidió que el texto de las Propuestas fuera confiado a la Presidencia del Camino sinodal para que, con el apoyo del Comité y de los animadores de los grupos de estudio diocesanos o generales, realizara la redacción final integrando las enmiendas, prioridades y contribuciones que se hubieran formulado.
Al mismo tiempo, la Asamblea fijó una nueva fecha para la votación del documento que contiene las Propuestas al sábado 25 de octubre, con motivo del Jubileo de los equipos sinodales y de los organismos de participación. A continuación se iniciará la fase de recepción.
Las razones de este rechazo
Los temas más delicados, como el papel de la mujer en la Iglesia, el acompañamiento pastoral de las personas homosexuales y la lucha contra los abusos, apenas se abordaron en el texto final, lo que provocó un profundo resentimiento entre los participantes.
"Se ha reconocido el papel de la mujer, pero no se ha hecho referencia a la posibilidad de nuevos ministerios femeninos, como el diaconado", subrayó el periódico La Repubblica, que también señaló que el acrónimo LGBTQ+ ni siquiera aparecía en el texto, lo que transmitía la preocupación de los miembros 'avanzados' de la Asamblea.
Monseñor Erio Castellucci, presidente del Comité Nacional del Camino Sinodal, admitió que el texto había resultado "inadecuado" para los delegados. "Las numerosas propuestas de enmienda presentadas por los 28 grupos exigen una revisión global del texto y no solo el ajuste de algunas de sus partes", explicó en un comunicado.
Añadió que "deberíamos haber evaluado mejor que este género literario, considerado por algunos como anticuado, en un recorrido tan rico como el del cuatrienio, puede resultar árido y pobre, sin mostrar una continuidad real con respecto a los documentos anteriores".
En otras palabras, aunque los delegados, en un mensaje enviado al Sumo Pontífice, declararon que "la Iglesia no es un Parlamento", estamos asistiendo a una especie de "toma del poder por parte de los laicos". Las protestas de los laicos progresistas doblegaron a la Asamblea, y los obispos no pudieron hacer nada, salvo unirse a la mayoría. He aquí un fruto de la sinodalidad.
Fuente: Vatican News/Chiesa cattolica italiana/Caminosinodale/InfoCatolica – FSSPX.Actualités
Imagen: Chiesa Cattolica Italiana