La Pachamama, ¿diosa del eco-globalismo?

A continuación, presentamos una mirada retrospectiva a uno de los lamentables eventos del año 2019 y al pontificado de Francisco. El escándalo de las ceremonias paganas en torno a la estatuilla de la Pachamama durante el Sínodo para la Amazonía que ha despertado reacciones absolutamente opuestas.
El Vaticano intentó minimizar o "cristianizar" el asunto, mientras que los prelados conservadores levantaron la voz para recordar la gravedad de los hechos. En este acalorado intercambio, se reveló la dimensión política del culto rendido a la Pachamama, una dimensión eco-globalista.
Negación romana
Después de la plantación de un árbol sagrado y la postración frente a la Pachamama, el 4 de octubre en los jardines del Vaticano, seguida de su exposición en la Iglesia de Santa María Traspontina, la posición oficial del Vaticano intentó minimizar el significado de estos ritos animistas. El 21 de octubre, Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para las Comunicaciones, declaró: "Estas estatuillas representan la vida, la fertilidad, la Madre Tierra" y nada más. El Papa Francisco habló personalmente el 25 de octubre, diciendo que no había "intenciones idólatras" en los actos realizados en presencia de estas estatuillas durante el Sínodo.
El día anterior, 24 de octubre, Delio Siticolnatzi Camaiteri, miembro del pueblo Asháninca en la Amazonía peruana, testificó ante la prensa: "La presencia de estas efigies manifiesta una opción pastoral de la Iglesia con respecto a las culturas tradicionales. La Iglesia busca acoger con respeto lo que ya es un testimonio de la presencia del Creador, fuente de toda vida, y de las semillas del Verbo, huellas de Cristo más allá de los límites visibles de la Iglesia", —según la doctrina conciliar de los grados de la comunión, respaldada por el cardenal Walter Kasper, quien considera que el error (pagano) no es más que una verdad menor.
Para no quedarse atrás, el 19 de noviembre L'Osservatore Romano publicó una declaración hecha a Zenit a principios de mes por el arzobispo Felipe Arizmendi Esquivel. El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas en México, transmitió los comentarios de un indígena Aymara sobre la Pachamama (Madre Tierra) e Inti (Padre Sol): "los nativos consideran que la tierra es una verdadera madre que debe ser respetada, porque les proporciona comida, agua y aire. Del mismo modo, que cuando se dirigen a las cuatro direcciones cardinales".
"En el pasado", admite el arzobispo Arizmendi Esquivel ingenuamente, "estuve tentado a condenarlos como idólatras. Con el tiempo, aprecié su respeto por estos elementos de la naturaleza que nos dan vida, y estoy convencido de que no los adoran como dioses, sino como obras de Dios, como su regalo para la humanidad". -Es interesante notar la evolución de este obispo. Primero consideraba estos ritos como ceremonias idólatras, pero eso fue en el pasado. ¿Antes del diálogo interreligioso que lo convenció de que hay "muchos elementos de santificación y verdad" (Lumen gentium 8) fuera de los límites visibles de la Iglesia?
Esta negación de la gravedad de los hechos puede ser explicada por los partidarios de la nueva eclesiología conciliar, pero también puede encontrarse, según el académico francés Edouard Husson, entre sacerdotes y fieles inclinados a practicar la "política del avestruz". El 24 de noviembre, en el sitio web Atlantico, Husson lamentó esta ceguera voluntaria: "Estos 'Avestruces' no solo son laicos, sino también miembros del clero que esconden sus cabezas en la arena mientras esperan que esto pase. A lo largo del Sínodo para la Amazonía, me encontré con varios sacerdotes en posiciones perfectamente ortodoxas, pero que evitaron mis preguntas sobre lo que haría falta para que Francisco volviera a la ortodoxia. Parecían creer que no les preocupaba este Sínodo y mucho menos la idea, por frecuente que fuera en la historia de la Iglesia, de una "corrección filial o fraterna" hacia un pontífice soberano infiel a su misión. "Cuestionar la autoridad de Francisco es algo en lo que no se piensa", fue la respuesta implícita, "el papa es el papa, y debe tener sus razones".
La realidad de los hechos
La mejor respuesta para todos aquellos que minimizan la importancia de los ritos paganos en honor a la Pachamama, fue proporcionada por una personalidad absolutamente indiscutible, ya que fue la protagonista principal. Ese mismo día (4 de octubre), Ednamar de Oliveira Viana, mujer de origen indígena que dirigió la ceremonia en los jardines del Vaticano, publicó un comunicado de prensa para explicar el significado, tal como lo reveló Diane Montagna en el sitio web de LifeSiteNews el 8 de noviembre.
He aquí el texto completo del comunicado de prensa: "Plantar es tener esperanza. Es creer en una vida creciente y fructífera que satisfaga el hambre de la creación de la Madre Tierra. Esto nos lleva a nuestro origen reconectando la energía divina y enseñándonos el camino de regreso al Padre Creador.
El Sínodo es plantar este árbol, regar y cultivar, para que los pueblos amazónicos sean escuchados y respetados en su costumbres y tradiciones que experimentan el misterio de la divinidad presente en el suelo amazónico.
Plantar en el Jardín del Vaticano es un símbolo que invita a la Iglesia a estar aún más comprometida con los pueblos de la selva y con toda la humanidad. Pero también, es la denuncia de quienes destruyen nuestra casa común por codicia en busca de su propio beneficio".
Diane Montagna recuerda aquí que San Bonifacio, el apóstol de Alemania, derribó el roble de Donar, que los alemanes consideraban el árbol sagrado de Thor. Y expresa un deseo: "En este momento, el árbol sagrado amazónico está protegido de forma segura dentro de los recintos de los jardines del Vaticano hasta que surja un nuevo San Bonifacio".
Como Jeanne Smits señaló en su blog, el 9 de noviembre: "Esta idea [expresada en el comunicado de prensa] del 'hambre' de la Madre Tierra, es precisamente la base de los rituales de la Pachamama: genera y nutre, pero también castiga con terremotos a aquellos que toman demasiados recursos. Por lo tanto, se trata de satisfacer su hambre y su sed durante una ceremonia que se lleva a cabo presentando ofrendas con lo que ella misma dio, en una cubierta colocada en el suelo, o cavando un agujero en el que arrojan objetos o animales de sacrificio: un feto de llama suele ser el objeto predilecto".
"La Pachamama es una entidad, la Tierra, pero también un espíritu con conciencia y poder; una "divinidad" ["presente en el suelo amazónico"] como también la llamó Ednamar de Oliveira Viana en el comunicado de prensa, cuya ira debe ser apaciguada. Esto se llevó a cabo en el pasado, especialmente durante el imperio inca, a través de los sacrificios de niños y adolescentes".
"El lenguaje del comunicado de prensa es claramente pagano y sincretista. Muestra el motivo de las postraciones ante el árbol plantado, rodeado de tierra traída del Amazonas: es tierra, tierra a la que se le atribuye una identidad "divina".
¿Pero quizá sigue siendo necesario un testimonio totalmente ajeno al Sínodo, para sacar algunas cabezas de avestruz de la arena? He aquí el testimonio de un chamán suizo, Laurent Huguelit, fundador del centro de práctica chamánica Outre-Monde y autor de un libro titulado Mère: l'enseignement spirituel de la forêt amazonienne (Madre: La enseñanza espiritual de la selva amazónica), publicado en septiembre de 2019.
Se presenta así, en la cuarta página de portada: "Durante una estancia en la Amazonía, el autor fue designado portavoz (sic) de la gran selva por el espíritu de la madre de todas las madres en persona. De acuerdo con el contrato espiritual que está vinculado dentro de esta matriz de plantas, Laurent Huguelit plasmó en papel las palabras, las visiones, las impresiones y las anécdotas que la selva le pidió que expresara".
Y manifiesta de la siguiente manera el objeto de su creencia: "Es una enseñanza dada por la naturaleza que se nos entrega con sinceridad en estas páginas, una peregrinación al corazón de la gran familia de los vivos. Encontramos, a cambio, el árbol ancestral, la claridad de la conciencia, la compasión, los chamanes y sus cánticos de curación, pero también, porque todo debe ser conocido, la agonía de la oscuridad. Con Madre, la intención de la selva es restablecer el vínculo sagrado que une a la humanidad con el planeta Tierra, para que pueda surgir una nueva conciencia, y para que los niños de la selva encuentren a aquella que los vio nacer y crecer. Para que la respeten, la conserven y la amen". -Resulta particularmente instructivo considerar, a la luz de este chamanismo con rostro europeo, el deseo expresado por el Sínodo de una "Iglesia con rostro amazónico".
La Pachamama venerada por el eco-globalismo
Este debate permitió al cardenal Gerhard Ludwig Müller y al arzobispo Carlo Maria Vigano reafirmar la doctrina católica sobre el culto a los ídolos. Pero fue Monseñor Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana en Kazajstán, quien el 18 de noviembre de 2019 publicó el estudio más documentado, en alemán en el sitio web kath.net, y en inglés en LifeSiteNews.
El prelado afirma que aquellos que piensan que las ceremonias en honor a la Pachamama son culturales o folclóricas, "inofensivas e insignificantes", "carecen del conocimiento fáctico sobre lo que la Pachamama significa para los pueblos indígenas e ignoran la propaganda mundial de la nueva 'religión de Gaia o la Madre Tierra' de los tiempos actuales".
"Cualquiera que haya tratado con el movimiento ambiental global ha escuchado indudablemente el término Gaia. Gaia es un renacimiento del paganismo que rechaza el cristianismo, ve al cristianismo como su mayor enemigo y ve la fe cristiana como el único obstáculo para una religión global que se centra en el culto a Gaia y la unificación de todas las formas de vida concentradas alrededor de la diosa 'Madre Tierra' o la 'Pachamama'. Una mezcla sofisticada de ciencia, paganismo, misticismo oriental y feminismo ha hecho de este culto pagano una amenaza creciente para la iglesia cristiana. El culto a la 'Madre Tierra', o 'Gaia' o 'Pachamama' es el foco de la política ambiental global de hoy".
Monseñor Schneider cita dos hechos: "La Asamblea General de la ONU de 2009 proclamó el 22 de abril como el 'Día Internacional de la Madre Tierra'. Ese día, el presidente boliviano, Evo Morales, un autoproclamado adorador de la Pachamama, hizo esta declaración reveladora ante la Asamblea General de las Naciones Unidas: 'Pachamama', la 'Madre Tierra' del quechua, es una deidad fundamental de la visión del mundo indígena, basada en un respeto total por la naturaleza. La tierra no nos pertenece, pero nosotros pertenecemos a la tierra".
"Que la expresión 'Madre Tierra' o 'Pachamama' no es un nombre cultural inofensivo, sino que tiene rasgos religiosos, se demuestra, por ejemplo, también en un manual del maestro publicado en 2002 por la UNESCO con el título significativo 'Guía del maestro de Pachamama'. Establece, entre otras cosas: "Imagine que la Madre Tierra asume una forma física e imagine cómo sería encontrarse con ella. ¿Cómo se vería? ¿De qué le hablaría? ¿Cuáles serían sus principales preocupaciones y sus preguntas? ¿Cómo las respondería? ¿Dónde podría conocerla [a la Madre Tierra]? Piense en un lugar donde podría conocerla y descríbalo de manera detallada".
Además, Monseñor Schneider cita a Monseñor José Luis Azcona, obispo emérito de la prelatura amazónica de Marajó, quien en una carta abierta fechada el 1 de noviembre escribió: "los pobres, los simples, los 'débiles', los desprotegidos de la Amazonía son los más afectados en su corazón por este golpe idólatra, que es un ataque contra la fe cristiana, contra la convicción eclesiástica de que la única reina de la Amazonía es Nuestra Señora de Nazaret, la Madre de Dios Creador y Redentor. ¡Ninguna otra madre, ni Pachamama de los Andes ni de ningún otro lado, ni Yemanja! [diosa madre de los cultos afrobrasileños]. El prelado amazónico también dijo: "Recordemos las innumerables deidades de la Madre Tierra que han precedido y acompañado a la Pachamama como diosas de la fertilidad en todas las culturas y religiones bíblicas. En el Antiguo Testamento, Astarte (Asherà) es la diosa de la fertilidad, del amor sensual en su retrato desnudo. En el Nuevo Testamento, Hechos 19: 23-40; 20: 1, es la Artemisa de Éfeso, 'la Grande', la diosa de la fertilidad, representada con la mitad de su cuerpo lleno de senos. En ella se resume lo que se entiende por la estatua de la Madre Tierra 'Pachamama'. Es imposible colocar la imagen de Nuestra Señora de Nazaret, la Madre de Dios y de la Iglesia, y la estatua de la Pachamama, la diosa de la fertilidad, sobre el mismo altar o en la misma iglesia".
En este minucioso estudio, Monseñor Schneider también cita a Gianfranco Amato, abogado pro-vida, quien escribió en La Verità el 14 de noviembre: "Presentar a la Pachamama como un ícono de la cultura indígena de la Amazonía no solo significa distorsionar la realidad, sino también negar y humillar la diversidad de las verdaderas culturas amazónicas para imponer una visión teológica indígena para hacer cumplir propósitos puramente ideológicos y políticos". Y el abogado italiano recordó: "El presidente mexicano, Lopéz Obrador, realizó un ritual en honor a la deidad Pachamama para solicitar permiso para construir el ferrocarril maya en el sureste de México. Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Cristina Fernández de Kirchner, Andrés Manuel López Obrador, Evo Morales y Daniel Ortega son solo algunos jefes de Estado que han participado oficialmente en servicios de adoración en honor a la Madre Tierra. Por lo tanto, no solo es un hecho religioso puramente peruano, sino que nos enfrentamos a un hecho político real que se inserta en una agenda política precisa que promueve el pensamiento panteísta. Excluye la idea cristiana de un Dios trascendente en relación con la creación y coloca la dignidad de la tierra por encima de la dignidad de la persona humana".
Es probable que la apertura de la Iglesia al mundo contemporáneo, promovida por el Concilio Vaticano II, conduzca a un abismo eco-animista, un abismo panteísta-globalista. A menos que, como Monseñor Schneider señala en su obra recientemente publicada en inglés, Christus Vincit (Angelico Press), las autoridades romanas reconozcan que solo un "examen de conciencia honesto puede demostrar que ciertas expresiones contenidas en los textos del Concilio rompen con la tradición constante del Magisterio anterior" (p. 119). Tal es el requisito previo para "la restauración de todas las cosas en Jesucristo" (Ef 1:10).