La reliquia de la Preciosa Sangre robada en Fécamp ha sido devuelta

Fuente: FSSPX Actualidad

El relicario, que albergaba dos contenedores de plomo con unas gotas de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, fue devuelto un mes y medio después del sacrílego robo cometido en la iglesia abacial de Fécamp en la noche del 1 al 2 de junio de este año. Esta rápida restitución, sin embargo, no es baladí, aunque quedan muchos puntos por ser aclarados.

La restitución se hizo a través de un detective de arte holandés, que no es un desconocido: se trata de Arthur Brand, un hombre de 52 años, apodado el "Indiana Jones del mundo del arte", título que no parece inmerecido.

Es especialmente conocido por haber encontrado un cuadro de Picasso, un anillo de Oscar Wilde y los famosos bronces Los caballos de Hitler, dos caballos de tamaño natural que se encontraban frente a la entrada de la Cancillería en Berlín, obra de Josef Thorak, uno de los dos escultores oficiales del Tercer Reich. Arthur Brand escribió un libro basado en esta investigación.

¿Ladrones supersticiosos... o arrepentidos?

El detective informó que los ladrones le confiaron que temían la maldición que traerían sobre sí mismos por haber robado la sangre de Cristo. Pero la realidad podría ser mucho más prosaica.

El papel del detective en realidad comenzó unos días después del robo, cuando recibió un correo electrónico de un remitente anónimo que afirmaba tener el botín robado en su poder. "Esta persona se acercó a mí en nombre de otra, quien tenía las reliquias robadas", explicó Arthur Brand. Pero, según los ladrones, "tener la reliquia máxima, es decir, la sangre de Jesús robada, es una maldición".

Sin embargo, un detalle que parece decisivo, es que cuando los ladrones se dieron cuenta de lo que habían robado, las reliquias "invendibles", entendieron que tenían que deshacerse de ellas, añade. El correo electrónico, escrito en holandés, le pedía al detective que recuperara los artículos robados porque era demasiado arriesgado devolverlos a la abadía.

Una discreta restitución

El remitente anónimo advirtió entonces a Arthur Brand que el botín sería depositado en su domicilio, sin especificar la fecha. El detective cree que los ladrones querían pasar por él para devolver los artículos porque "habría sido demasiado peligroso involucrar a la policía".

En la noche del 1 de julio, se colocó una caja frente a la puerta del detective, quien fue advertido por un toque del timbre. La caja contenía el relicario y otros artículos robados junto con él: placas litúrgicas de cobre, representaciones de santos y una copa ornamentada.

Lo más importante es que la reliquia regrese a su lugar en la sacristía de la abadía de Fécamp, al menos durante otros 1000 años. Sin embargo, la investigación francesa no se ha cerrado y quedan áreas grises, particularmente en lo que sucedió con las reliquias después de su robo.

El relicario será entregado a la policía francesa después de las verificaciones de la policía holandesa para ayudar a la investigación que continúa en ambos países.

El detective dijo a la AFP que tener en sus manos la reliquia de la Preciosa Sangre de Cristo fue un sentimiento particularmente extraordinario para él. El robo de esta "pieza legendaria" fue "un gran impacto", señaló Arthur Brand: "como católico, es estar lo más cerca posible de Jesús y de la leyenda del Santo Grial".

Cabe señalar que esta última afirmación se olvida de que la Sagrada Comunión nos acerca a Jesucristo mucho más que el contacto con cualquier reliquia, por venerable que sea.

Sin embargo, el relicario no regresará a Fécamp antes de septiembre, según monseñor Jean-Luc Brunin, obispo de Le Havre, sobre todo porque habrá que estudiar seriamente la instalación de un sistema de alarma.