La sedación profunda sigue siendo insatisfactoria a los ojos de la Iglesia
Del 28 de febrero al 1 de marzo de 2018, la Academia Pontificia para la Vida organizará en Roma un simposio dedicado a los cuidados paliativos. En una carta firmada por el Cardenal Parolin y dirigida a 400 participantes el día de la apertura, el Papa Francisco defendió la práctica de los cuidados paliativos, afirmando que la vocación de la medicina es "siempre tratar de curar."
El cardenal Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, advirtió, en su discurso inaugural, contra el riesgo "de abandonar al paciente tan pronto como el tratamiento ya no sea posible". Igualmente explicó que "detrás de todas las demandas de eutanasia o suicidio asistido, siempre hay dos temores: el abandono y el dolor."
Por su parte, en la carta del Cardenal Parolin "dirigida en nombre del Papa Francisco y a modo personal," el tema del "límite" que los médicos experimentan en el contexto del fin de la vida fue abordado. Concretamente, "los últimos momentos de nuestra vida terrestre colocan al ser humano frente a un límite que parece insuperable para la libertad, lo cual, en ocasiones, provoca una rebelión y angustia."
Para el Cardenal Parolin, quien habló en nombre del Papa, la vocación más profunda de la medicina consiste en el hecho de "tratra de curar siempre", aunque no siempre sea posible sanar. Este límite de la medicina y sus cuidados, si es aceptado, podría ser el lugar del "encuentro con Cristo". En otras palabras, la oportunidad de prepararse para una buena muerte.
Otro tema evocado en la carta del Papa Francisco fue el de la "terapia del dolor". Recordemos en este punto lo que Pío XII legitimó: "la administración de analgésicos para aliviar el dolor insoportable que, de otro modo, no sería posible tratar, incluso si en la fase inminente de la muerte, se convirtieran en la causa de "un acortamiento de la vida" - algo que hoy en día casi no se ve.
Con los nuevos medicamentos: "que actúan sobre el estado de la conciencia y hacen posibles diversas formas de sedación", el criterio de moralidad sigue siendo el mismo, precisó el Papa Francisco. Sin embargo, el empleo de estos procedimientos siempre requiere de un "discernimiento cuidadoso y de mucha prudencia," pues mediante la sedación "sobre todo cuando ésta es prolongada y profunda", se anula la dimensión racional y la comunicación, "crucial en el acompañamiento de los cuidados paliativos." Finalmente, señaló el Papa, la sedación profunda "sigue siendo insatisfactoria, al menos en parte, y por tanto debe considerarse como un remedio extremo."
Fuentes: Zenit/Vatican News/LaCroix/Gènéthique - FSSPX.Actualités - 09/03/2018