La verdadera sinodalidad según un obispo greco-católico

Monseñor Nin señaló que, a pesar de que se diga lo contrario, el próximo Sínodo no se parece a ningún otro Sínodo de las Iglesias orientales: parece un proceso parlamentario y carece de un objetivo claro y coherente.

El parlamentarismo cristiano no existe

El prelado reconoció que este sínodo tiene una "dimensión sinodal" en el sentido de que las decisiones tomadas a "nivel plenamente colectivo pertenecen a los obispos del sínodo", pero subrayó que, si bien Occidente entiende la sinodalidad como algo donde "todos, laicos y clérigos, actúan juntos para llegar a una decisión eclesiástica, doctrinal, canónica, disciplinaria, sea cual sea, está claro que tal sinodalidad no existe en Oriente".

La sinodalidad, tanto en Oriente como en Occidente, no puede ser una especie de reflejo del mundo moderno mediante el cual la Iglesia se asimila a una "democracia occidental moderna, posiblemente parlamentaria, donde todos pueden decir lo que quieren", advirtió. La vida de la Iglesia "nunca ha sido una forma de democracia en la que todo se decide por mayoría".

Este "parlamentarismo cristiano", prosiguió, puede conducir a la construcción de una "eclesiología piramidal" que, al invitar a la participación laica y no clerical con derecho a voto, margina o pasa por alto la colegialidad episcopal en lo concerniente a la administración y la vida de la Iglesia.

También destacó la "falta de clarificación" sobre el significado de sinodalidad, y observó que todo el proceso, iniciado a nivel nacional y continental en 2021-22, es un lugar "donde todos pueden hablar sobre cualquier cosa, incluso proponer preguntas y opiniones que normalmente son derecho exclusivo del obispo de Roma".

¿A qué sinodalidad se refieren?

Como obispo católico oriental, le sorprenden especialmente las afirmaciones de "un gran número de personas, incluso de una autoridad reconocida", que declaran: "En Oriente siempre ha habido sinodalidad", a diferencia de la Iglesia de Occidente. "¿Pero de qué sinodalidad estamos hablando?", preguntó Monseñor Nin, y advirtió contra la confusión entre sinodalidad y colegialidad episcopal de los Sínodos en las Iglesias orientales.

La colegialidad episcopal, precisó, "está asociada al ejercicio de la autoridad, al ministerio pastoral, al servicio dentro de las Iglesias cristianas, que se lleva a cabo en la asamblea de los obispos pertenecientes a una Iglesia particular y dirigida por un patriarca, arzobispo o metropolitano". Las decisiones en el seno de estas Iglesias son tomadas por la asamblea de obispos (casi siempre llamada 'sínodo' o a veces 'consejo de jerarcas') pertenecientes a una Iglesia oriental", añadió.

Y explicó que estas reuniones son convocadas por los obispos presidentes para tomar decisiones importantes relacionadas con el "camino cristiano emprendido por los pastores para el bien de sus fieles, tanto espiritual como material".

Un camino sin pies ni cabeza

Por el contrario, destacó que el Sínodo sobre la Sinodalidad es un "ascenso colectivo" de laicos y clérigos. Y se pregunta: "¿Un ascenso hacia dónde? ¿Con qué propósito? ¿Con quién caminan los participantes?"

La palabra sínodo, destacó, proviene "directamente del griego y significa 'caminar con'", pero añadió que es necesario "aclarar inmediatamente, para que nuestro pensamiento sobre la sinodalidad no se extravíe", el significado y el objeto real de la preposición griega syn ("con"). "No se refiere al 'viaje', sino a 'alguien' con quien se emprende y se completa", escribió.

Se trata, por tanto, del objeto o persona "con quien" la preposición syn nos conecta y une. Monseñor Nin subrayó que no se trata del viaje, ni de los laicos ni del clero, sino que la preposición syn "nos conecta a nosotros, los cristianos, y nos acerca a una persona que es Cristo".

Caminar con Cristo

"Por eso es necesario hacer una primera precisión: no se trata de un 'caminar todos juntos', sino de un 'caminar todos juntos con Cristo'". "No olvidemos que al decir 'con Cristo' se realiza en la Iglesia, alimentada y animada por los Santos Dones de su precioso Cuerpo y Sangre". 

La sinodalidad en Oriente y en Occidente es una experiencia vivida, continuó, y el camino sinodal siempre ha formado parte de la vida cristiana porque la vida de cada bautizado es un "caminar junto a Cristo, el Señor, que es el camino, la verdad y la vida. No olvidemos que este 'con Cristo' se realiza en la Iglesia, alimentada y animada por los santos dones de su Cuerpo y de su preciosa Sangre".

Asimismo, recordó la historia atribuida a San Antonio Magno, padre del desierto de la Iglesia primitiva, que creía que las huellas que veía en la arena eran suyas, pero descubrió que eran de "Aquel que caminaba junto a Antonio sosteniéndolo en los tiempos de debilidad".

Finalmente, Monseñor Manuel Nin habló de la vida monástica, tanto en Oriente como en Occidente, como "modelo de esta sinodalidad" que permite "dejarse guiar por el Evangelio", con guías espirituales terrenales, para "caminar con Cristo" en busca de Dios".

¿Qué es la sinodalidad?

El prelado concluye planteando la pregunta: "¿Qué es la sinodalidad?" Monseñor Nin responde que, para él, es el "camino de todos los que hemos sido bautizados en Cristo, que escuchamos su Evangelio, celebramos nuestra fe, recibimos su gracia en los sacramentos: un camino definitivamente juntos, guiados y acompañados, a veces incluso llevado sobre los hombros de nuestros pastores, siguiendo a Aquel que es el camino, la verdad y la vida".