Lavado de dinero: la buena calificación del Vaticano

La Santa Sede ha mejorado considerablemente sus medidas de lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo: esta es la conclusión del último informe publicado por Moneyval, que sitúa al Vaticano entre el grupo de los cinco países que cumplen un tal grado de transparencia. Esto es fruto de los esfuerzos realizados desde los últimos años del pontificado del Papa Benedicto XVI.
Moneyval se presenta como un organismo de seguimiento permanente del Consejo de Europa responsable de evaluar el cumplimiento de los países con las principales normas internacionales en la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Se toma nota de cada criterio de evaluación del comité de expertos: mayoritariamente conforme, conforme, parcialmente conforme, no conforme.
Este organismo fue creado en 1997 para transponer a Europa los métodos estadounidenses conocidos como “compliance”: “en primer lugar, resultantes de la regulación de los mercados financieros y del control de operadores como los de telecomunicaciones, el cumplimiento intenta preservar los sistemas anticipándose a los riesgos planteados por las empresas”, explica el periódico Le Monde.
El periódico francés continúa: "Estos métodos organizativos de anticipación, en los que la gestión de riesgos recae a priori en el operador y no a posteriori en su responsable, se extienden ahora a todos los sectores de actividad".
El último informe de seguimiento de Moneyval, publicado en mayo de 2024, señala que "de 39 criterios de evaluación aplicables, la Santa Sede recibó la calificación de conforme o mayormente conforme en 35 puntos, y parcialmente conforme en cuatro recomendaciones", especifica Acistampa.
Moneyval expresó su satisfacción en su comunicado de prensa citado por Acistampa: "El resultado del informe de seguimiento periódico es ampliamente positivo, testimoniando el trabajo conjunto de todas las autoridades de la jurisdicción, y en continuidad con el proceso de transparencia financiera en el que la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano están comprometidos".
Cabe señalar también que solo cinco países en el mundo, incluido el Vaticano, pueden presumir de alcanzar este grado de transparencia en materia de lavado de dinero, lo que demuestra el trabajo realizado desde hace casi quince años por la Santa Sede en este ámbito.
Este deseo de transparencia se debe a Benedicto XVI, señala La Croix: el 30 de diciembre de 2010, “firmó un motu proprio para integrar “todas las organizaciones afiliadas al gobierno de la Iglesia católica en el sistema de normas e instrumentos jurídicos que la comunidad internacional establece para garantizar una coexistencia honesta y justa. Se creó entonces una Autoridad de Información Financiera, con amplias facultades.
El 6 de abril de 2011, a petición de la Santa Sede, el Comité de Ministros del Consejo de Europa adoptó una resolución que aprueba una solicitud de participación en el proceso de evaluación de Moneyval con efecto inmediato.
El comité de expertos “no se limita a pedir mejoras en tal o cual punto. Se trata de una revisión total del sistema jurídico y financiero que la organización afronta, provocando un grave enfrentamiento interno en el Vaticano”, informó La Croix, un enfrentamiento que algunos comentaristas consideran como la causa de la renuncia del Papa alemán al pontificado soberano.
Cabe señalar que la Santa Sede "siempre ha aparecido", a diferencia de los países protestantes, "en las antípodas de esta cultura anglosajona de autorregulación del mundo empresarial", señala Le Monde. El Papa Francisco, en su encíclica Fratelli tutti, denuncia sus límites e incluso sus abusos. Lo que no impide que el pontífice argentino siga la línea de su predecesor: a lo largo de los años, todos los mecanismos de cumplimiento han sido adoptados sucesivamente en el Vaticano.
El publicitado desarrollo del "juicio del siglo", cuya primera instancia ha concluido, es suficiente por sí solo para demostrar que los persistentes rumores sobre la opacidad financiera de la Santa Sede en relación con organizaciones secretas ahora deben quedar archivados en el reino de las fantasías del Código Da Vinci y sus imitaciones. Pero, aquí como en otros lugares, los mitos difícilmente mueren...
Fuentes: Moneyval/Acistampa/Le Monde/La Croix – FSSPX.Actualités
Imagen: coe.int