En Líbano, la hemorragia cristiana no cesa

Fuente: FSSPX Actualidad

Cathédrale Saint-Georges des Maronites à Beyrouth

Amenazas islamistas, violencia persistente, bancarrota financiera: los cristianos en el Líbano están cada vez más deseosos de abandonar su tierra levantina, prefiriendo el exilio al temor de un futuro cada vez más oscuro e incierto.

"El número de cristianos en el país está disminuyendo día a día, lo que afecta gravemente la situación, y provoca aún más presión para los que se quedan, en una situación en la que pronto podrían sufrir persecuciones". El informe elaborado por el Padre Jad Chlouk, párroco de la catedral maronita de San Jorge, en Beirut, es tan claro como severo.

En una entrevista concedida el 8 de enero de 2021 a la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (AED), el sacerdote habló sobre los cristianos libaneses sometidos a la tentación del exilio: "las estadísticas muestran que se presentaron más de 380,000 solicitudes de inmigración a las embajadas de la Unión Europea (UE) y los países de América del Norte, y que la mayoría de ellas provenían de cristianos, que ahora se sienten extranjeros en su propio país de origen", explicó.

La explosión que devastó parte de Beirut el 4 de agosto de 2020 actuó como catalizador: los cristianos fueron los más afectados en sus barrios cristianos de Gemyazeh, Mar Mickaël y Acharfieh, ubicados cerca del puerto.

Aproximadamente 100 escuelas también resultaron dañadas, diez hospitales en su totalidad o en parte, 3,000 empresas dirigidas por cristianos tuvieron que declararse en bancarrota y 300,000 cristianos perdieron sus hogares. Finalmente, al menos un centenar de iglesias sufrieron daños, y en muchos casos muy graves.

Todo esto sin mencionar un contexto político sumamente tenso: la violencia entre los refugiados libaneses y sirios que abandonaron su país a causa de la guerra civil, ha ido en aumento desde hace varios meses. Además, la organización islámica Hezbolá, una milicia pro-iraní, controla casi todos los recursos y los usa a voluntad, a expensas de los cristianos.

Para colmo, la epidemia de Covid-19 ha puesto al descubierto las fallas en el sistema sanitario libanés que se encuentra, a principios del 2021, al borde del colapso, al tiempo que un nuevo confinamiento general, el cuarto en diez meses, acaba de comenzar.

En la escuela católica de los Sagrados Corazones en Beirut, el ánimo está por los suelos. Durante sus lecciones de filosofía, Louise Mahla es testigo del miedo al futuro que comparten los estudiantes de secundaria. "Habría una gran discrepancia en decirles que todo está bien y que deben quedarse a toda costa", argumenta la profesora. La situación es tal que más bien los animo a que se vayan, si tienen los medios y la capacidad académica, aunque eso signifique volver si las cosas cambian", explicó.

El Padre Chlouk quiere permanecer decididamente optimista: "La esperanza sigue siendo nuestro pan de cada día, especialmente en estos tiempos oscuros. A pesar de todo, miramos al futuro con esperanza, porque sabemos que Nuestro Señor Jesucristo es el Dueño de la Historia, y en sus manos descansa toda nuestra historia y nuestra vida".