Líbano: los cristianos se unen para rechazar la guerra

Fuente: FSSPX Actualidad

A pesar de las tensiones que sacuden la frontera sur del Líbano, los líderes de las diversas comunidades cristianas del país presentan un frente unificado. Haciendo a un lado sus distintas alianzas políticas, los cristianos se niegan colectivamente a apoyar una guerra que podría devastar aún más un país que ya está desangrado.

El Líbano nunca había estado tan cerca de una guerra con Israel en 18 años: “el 12 de julio de 2006, el Hezbolá libanés secuestró a dos soldados israelíes en la zona fronteriza con Israel para obtener un intercambio de prisioneros”, señala Le Monde diplomatique. El mismo día, “Israel lanzó una ofensiva en todo el país”, con un triste balance: “1,200 muertos, más de 4,000 heridos y un millón de desplazados”.

Si la guerra de 2006 "reveló profundas divisiones entre los cristianos", según ACI, esto ya no es así en 2024: los cristianos ven la perspectiva de un conflicto a gran escala entre Hezbolá e Israel como un efecto colateral de lo que está sucediendo en Gaza; y “todos se han dado cuenta de la gravedad de la situación”.

La posible implicación de Irán, que aumenta el riesgo de un conflicto más amplio, une a las comunidades cristianas que “se oponen firmemente a cualquier escalada, abogando por la neutralidad libanesa”, según la misma fuente.

El patriarca maronita, el cardenal Bechara Boutros al-Rai, reitera “la importancia de mantener al Líbano fuera de la guerra”. Durante sus homilías y discursos públicos, el líder de los católicos maronitas ha advertido constantemente "contra ser arrastrados a una 'guerra ciega'".

Recientemente, Monseñor Rai no dudó en denunciar a quienes califica de “sedientos de sangre”, recordando, el 20 de julio de 2024, ante miles de fieles, “que el Líbano es una tierra de santidad, no un lugar de guerra, de destrucción ni deportación”.

“Los obispos maronitas se han hecho eco de esta posición en varias ocasiones”: durante su reunión mensual del 7 de agosto, expresaron su preocupación por “las repercusiones del conflicto en Gaza y el sur del Líbano, y el riesgo de una escalada más amplia impulsada por potencias extranjeras con intereses que no tiene relación con nuestra patria”, cita además CNA.

Además de la Iglesia, "los principales partidos políticos cristianos parecen compartir una posición generalmente unificada, aunque cada uno la exprese a su manera": por ejemplo, los dirigentes del Partido de las Fuerzas Libanesas y del Partido Libanés Kataeb, opuestos a Hezbolá, y los miembros del Movimiento Patriótico Libre, que es su aliado, han indicado claramente “su negativa a ver al Líbano arrastrado a la guerra”.

Una posición adoptada mientras los libaneses se resignan a una próxima respuesta militar de Hezbolá e Irán. "La tensión sigue siendo palpable, turistas y expatriados abandonan el país" o se trasladan a las zonas más seguras del Líbano.

Si bien los cristianos se unen con firmeza para rechazar cualquier implicación del Líbano en un conflicto que el país no podría soportar, todavía surge una pregunta: ¿las posibles operaciones militares se limitarán a intercambios de fuego limitados, o fracasarán los esfuerzos diplomáticos, hundiendo una vez más a la región en una guerra? Lo cual no sería más que un caos destructivo.