Linz: estatua blasfema destruida en la catedral
Catedral de Linz
El periódico Die Tagespost informó de la destrucción de una estatua colocada en la catedral de la Inmaculada Concepción de Linz (Austria), que representaba a la Virgen María en el parto, realizada por la "artista" Esther Strauß.
Esta estatua había sido instalada durante la semana. Según Die Tagespost, “inmediatamente surgió una resistencia”, que tomó “la forma de una petición dirigida al obispo de Linz, monseñor Manfred Scheuer". Y, según el mismo periódico, "antes de que tuviera tiempo de leer el texto, alguien tomó cartas en el asunto", cortando la cabeza de la estatua.
La “creadora” de la obra blasfema explicó, según InfoCatolica “que quería representar a la Virgen María bajo forma de mujer y mostrarla como nunca antes se le había mostrado”. Añadió, según kath.ch, que “la mayoría de los retratos de María han sido hechos por hombres y, por lo tanto, a menudo servían a intereses patriarcales”.
Por su parte, el vicario episcopal para la educación, el arte y la cultura, Johann Hintermaier, se mostró consternado en unas primeras declaraciones: "Estábamos conscientes de que la instalación de esta estatua provocaba debates. Si hemos herido los sentimientos religiosos de alguna persona, lo sentimos". Sin embargo, condena el violento acto de destrucción.
Die Tagespost cuestiona la verdadera motivación detrás del proyecto “artístico”. Y señala que los comentarios de Esther Strauß revelan "la verdadera motivación del proyecto. No se trata de la veneración de María en la fe, sino del activismo feminista para el cual se debe utilizar a la Madre de Dios".
Y añade que "las disculpas del vicario episcopal por la violación involuntaria de los sentimientos religiosos son también hipócritas. Es evidente que era bien sabido que se herirían los sentimientos religiosos y que esto fue intencionado o al menos aceptado".
Una obra blasfema
Pero lo que resulta particularmente chocante no es tanto el gusto depravado o las indescriptibles motivaciones para manipular la figura de la Virgen María en la lucha feminista, sino el hecho de que un obispo y sacerdotes permitieran la exhibición de "una estatua de la Virgen María blasfema contra la Madre de Dios.
¿Deberíamos recordarle al clero totalmente ignorante una verdad de nuestra fe? El Concilio de Letrán del año 649, confirmado por el Papa Martín I, afirmó la virginidad de María, antes, durante y después del nacimiento de su divino Hijo:
"Si alguno no confiesa según los santos padres que la santa y siempre virgen e inmaculada María es en sentido propio y según verdad Madre de Dios, en cuanto que propia y verdaderamente al fin de los siglos concibió por obra del Espíritu Santo sin semilla y dio a luz sin corrupción permaneciendo también después del parto su indisoluble virginidad, al mismo Dios Verbo, nacido del Padre antes de todos los siglos, sea anatema".
En otras palabras, el nacimiento de Cristo fue milagroso y no ocurrió mediante un parto. Los Padres comparan este milagro con el de la Resurrección y con las apariciones en el cenáculo. San Bernardo explica que Cristo salió del vientre de la Virgen como el sol que entra por una ventana. El nacimiento virginal es una verdad de fe.
Si el parto de la Virgen nunca ha sido representado, no es porque la censura lo hubiera impedido, es porque nunca tuvo lugar, habiendo María dado a luz virginalmente. Por eso esta estatua es blasfema: niega una verdad de nuestra fe. Al parecer, el clero de Linz no pensó en esto. ¿A menos que ya no crea en la virginidad perpetua de la Madre de Dios?
Fuentes: InfoCatolica/Die Tagespost/kath.ch – FSSPX.Actualités
Imagen: Pierre Bona, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons