Lo que revela la lucha por la celebración pública de la Misa en Francia (1)

Cardinal Mario Grech
La batalla legal librada por clérigos y laicos contra la prohibición de celebrar la misa públicamente por razones sanitarias, ha revelado profundas diferencias doctrinales dentro de la Iglesia. A continuación, presentamos una visión general a través de una reseña de prensa.
En Le Figaro del 22 de noviembre de 2020, Jean-Marie Guénois escribió: "desde el simple laico hasta el más alto nivel de la Iglesia, surgen las divergencias sobre el carácter sagrado de la Misa". Además, hace alusión a ciertas "prácticas dignas de las catacumbas" que despertaron "la ira de Monseñor Aupetit":
"Como en las parábolas, las iglesias cristianas también tienen sus puertas pequeñas. Entramos en ellas, sin ser vistos ni conocidos. 'Vi a una anciana esta semana, muy mayor. Mirando a izquierda y derecha como si la estuvieran vigilando, entró con su mascarilla por la pequeña puerta de la iglesia para asistir a misa. Comulgó con gran devoción. Se podía sentir que estaba viviendo este momento con intensidad. Fue edificante'".
"Este relato, procedente del líder de una gran asociación católica que prefiere permanecer en el anonimato para no incriminar al sacerdote que abrió las puertas de su iglesia, a pesar de la prohibición, a unos pocos fieles para sus misas semanales, demuestra, según la perspectiva desde la que se vea, un acto de desobediencia o resistencia".
"Estas prácticas dignas de las catacumbas despertaron la ira de Monseñor Aupetit, arzobispo de París, quien criticó a estos sacerdotes 'desobedientes' en Radio Notre-Dame. Muchos sacerdotes y jóvenes católicos no apreciaron estas acusaciones episcopales".
Una parte de la Iglesia duda de la fe en la presencia real
El columnista religioso llevó su análisis todavía más lejos: "Existe una división más profunda en la Iglesia. No es táctica, sino teológica. Se trata de la fe en la Eucaristía, es decir, la hostia consagrada que se recibe durante la comunión. […]
"En lo relacionado al tema de si la Iglesia católica debe pedir en el Consejo de Estado el regreso de la misa pública, o decidirse por las manifestaciones en las calles, un obispo muy familiarizado con los debates internos dentro del episcopado declaró sentirse 'dolorosamente' asombrado al constatar 'una fe católica eucarística teológicamente divergente' incluso entre los obispos.
"Una realidad que refleja un debate tabú en la Iglesia católica: una parte de los teólogos, sacerdotes, obispos y ciertos cardenales, aceptaron las tesis del protestantismo que considera la presencia eucarística de Cristo como "simbólica" y no "real". Por lo tanto, no es algo absolutamente "sagrado", no hasta el punto de luchar por ello".
Al final del artículo, el vaticanista francés se remonta más alto: "La gran sorpresa en este tema, vino de Roma esta semana. Y de un futuro cardenal [Se convirtió en cardenal el 29 de noviembre. Nota del editor], elegido por el Papa Francisco para dirigir el importante Sínodo de los Obispos. A mediados de noviembre, en la revista jesuita de referencia mundial, La Civiltà Cattolica, calificó de "analfabetas espirituales" a quienes se quejan por no poder asistir a misa.
Además, pidió a la Iglesia aprovechar esta crisis para romper con la pastoral orientada a "conducir al sacramento", a tener que pasar "por los sacramentos para la vida cristiana". Un cardenal muy cercano al Papa, relativizando la importancia de la Misa... Estas declaraciones conmocionaron a muchos obispos, pero no a todos. Una parte de la Iglesia católica duda de la fe eucarística, la cual, sin embargo, constituye uno de sus fundamentos".
Este alto prelado es el recién creado cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, ex presidente de la Conferencia Episcopal de Malta, quien en 2017 se distinguió en la defensa de Amoris Lætitia autorizando, según el caso, la comunión para los divorciados "vueltos a casar".
El 24 de noviembre, en una entrevista con Gabrielle Cluzel para el sitio web de Boulevard Voltaire, Monseñor Athanasius Schneider reconoció la validez de la afirmación de Jean-Marie Guénois acerca de que una parte de la Iglesia duda sobre la presencia real en la Eucaristía: "Creo que esta observación es correcta".
"La prohibición del culto público y la reacción incomprensiblemente débil de muchos obispos ponen al descubierto la verdadera y profunda herida de la actual crisis de la Iglesia. Esta herida es la 'herida eucarística'.
"Haciendo referencia a la pregunta de Jesús en el Evangelio: '¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?' (Mt 16,13), esta pregunta surge ahora para todo católico, todo sacerdote y todo obispo: '¿Qué y quién crees que es la Eucaristía?'
"Debemos seguir el ejemplo de nuestros hermanos y hermanas de la época de la persecución en los primeros siglos, y proclamar alto y claro: '¡Sin la Sagrada Eucaristía, sin la Santa Misa del domingo, no podemos vivir!' (sine Dominico non possumus)".
Por otro lado, el 26 de noviembre, en el micrófono de Radio Notre-Dame, Monseñor Michel Aupetit calificó de "lamentable" el artículo de Jean-Marie Guénois, ni "honesto" ni "serio", e incluso añadió: "Me recuerda a la serpiente de la Biblia que despierta sospechas para dividirnos".
Continuará...
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Fuentes: Le Figaro/Radio Notre-Dame/Boulevard Voltaire/DICI n°403, décembre 2020 – FSSPX.Actualités
Imagen: L'Osservatore Romano, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons