"Luce" una luz oscura

Fue un espectáculo extraño ver al prelado, de 73 años, exhibiendo una figurita inspirada en los cómics japoneses como figura emblemática del Año Santo. Al igual que los "Phryges", los gorros frigios rojos y antropomorfos que se supone simbolizaban la libertad revolucionaria en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Luce fue mandada a hacer por las autoridades romanas a Tokidoki, empresa dirigida en Estados Unidos por Simone Legno. Este diseñador italiano trabaja para Microsoft, Toyota, Renault, Sephora, Hello Kitty, Marvel, Barbie y Canon...

Legno apoya el Mes del Orgullo LGBTQ+, y en un mensaje en Instagram deseó "un feliz mes del orgullo a todos", con el arcoíris y el lema del movimiento por los derechos de los homosexuales: "¡amor es amor !"

Si se mira con detalle la colorida panoplia de Luce, se puede ver que tiene el cabello azul, como los LGBTQ+ o "guerreros de la justicia social", los inmigracionistas y los progresistas woke. Lleva un chubasquero amarillo que la convierte en un clon perfecto de Greta Thunberg, la activista medioambiental sueca, con botas verdes (para parecer ecologista), embadurnadas de barro (para parecer aún más ecologista).

Monsieur Fisichella se conmovió con esta figura emblemática de la cultura pop, fiel doble de Greta y zombi retardado de las ideologías posmodernas... ¿Infantilismo senil o pastoral ridícula? 

¡No busquemos más! Los peregrinos de la Tradición que estarán en Roma los días 19, 20 y 21 de agosto no necesitan mascota. Responden al llamado de su Madre, la Iglesia una, santa, católica y apostólica.

Como afirmó solemnemente Pío XI: "¡Aquí está ante sus ojos, una y universal! ¡He aquí la Iglesia santa! ¿A qué voz obedecieron cuando vinieron a Roma? Obedecieron a la invitación a santificarse: 'Este es el Año Santo, la invitación a la oración, dirigida a todo el mundo católico: ¡Vengan y tomen los tesoros de la santificación! ¡Vengan a enriquecer sus almas con los tesoros del Jubileo!

"Todo el mundo católico, como por instinto de santidad, comprendió la invitación de la Madre y acudió. Y la Madre estaba allí: había preparado no solo los tesoros de la remisión, de las oraciones, de las gracias, sino también una augusta lección de santidad, que le venía muy bien a ella, la gran maestra, la gran formadora de los santos" [Discurso en el IV Congreso Internacional de la Juventud Católica, 19 de septiembre de 1925].

Nosotros no seguimos a Luce, una "luz" comercialmente venal y oscuramente venenosa. Escuchamos el llamado de nuestra Madre, y esperamos su enseñanza perenne.

Padre Alain Lorans