Luego de la liberación de Mosul, los iraquíes no quieren regresar a su país

Fuente: FSSPX Actualidad

Una imagen del Sagrado Corazón en una iglesia de Mosul. Imagen: abril 11, 2017.

Luego de nueve meses de intensas batallas, el 9 de julio del 2017, el ejército iraquí izó la bandera de Irak sobre el último refugio de los terroristas en la antigua ciudad de Mosul. Esto significa que el margen occidental del Tigris ha quedado completamente liberado.

En una entrevista realizada el 20 de julio con el sitio web de ACN (Ayuda para la Iglesia Necesitada), Monseñor Petros Mouche, el arzobispo católico sirio de Mosul, declaró que los acontecimientos recientes son una "señal de esperanza para los cristianos". Ahora que el Estado Islámico (IS) ha sido expulsado, Monseñor espera que la "actitud de la gente cambie". Aunque la ciudad está completamente destruida, los cristianos pueden regresar. Pero el prelado iraquí mantiene una actitud prudente: "por el momento, es demasiado pronto. Tal vez en algunos años. La gente regresará de vez en cuando a revisar sus propiedades, pero, por el momento, no se puede residir permanentemente en Mosul."

En el diario La Croix del 9 de julio, el presidente de la asociación Fraternité en Irak (Hermandad en Irak), Faraj Benoît Camurat, habló del gran "trauma" que sufren los cristianos. "Nadie sabe si las familias podrán reclamar las tierras y casas que fueron expropiadas por el EI. La pregunta que se hace la gente ahora es si deben regresar a Mosul o establecerse en alguna otra ciudad cristiana en Nínive.

Para Haitham Behnam, un ex ciudadano de Mosul que huyó antes del Estado Islámico, regresar a la ciudad es impensable. Actualmente vive en Erbil, en la región independiente del Kurdistán iraquí, y el 21 de julio declaró a la AFP (Agence-France-Presse): "no podemos regresar aunque quisiéramos." Señaló que "durante los últimos tres años, le han lavado el cerebro a las personas. Hasta los niños apoyan al Daesh, los han enseñado a degollar." Un musulmán, quien también vive en el Kurdistán iraquí, y que residía cerca de Bethnam, declaró: "Si yo fuera cristiano, no regresaría a Mosul hasta que los residentes me demostraran que están listos para aceptarme." La AFP explica que luego de que las batallas hubieran terminado, sus padres regresaron a Mosul, sólo para encontrar su antigua casa ocupada por los cuerpos de seguridad triunfantes. "Los vecinos nos dijeron que nos apropiáramos de la casa de un cristiano que vivía a cuatro casas de la nuestra." Y finalizó diciendo que "los imanes en las mezquitas predican contra el EI... pero los salafistas creen que los cristianos no tienen derecho a estar ahí."

El 15 de julio, en Radio Vaticano, el Padre Behnam Benoka, un sacerdote de la diócesis católica siria de Mosul, quien está exiliado en Erbil, desaconsejó también la idea de un regreso rápido de los cristianos a Mosul, pues todavía hay muchas heridas abiertas: "Después de nuestra huida, los musulmanes, que alguna vez fueron nuestros amigos, se apropiaron de nuestras casas... solían comer con nosotros y nos buscaban para obtener medicina. Los acogimos en nuestros hogares, pero luego nos expulsaron."

El sitio web Cath.ch señala que el sacerdote católico sirio, quien es profesor en el suburbio cristiano de Erbil, declaró que hubo muchas "traiciones y colaboraciones entre la gente y el Estado Islámico para perjudicar a los cristianos" durante la ocupación del territorio por parte del Daesh. Es por eso que ahora "el pueblo tiene miedo, y la confianza se ha roto," lo cual "dificulta el regreso a una relación mutua normal." Luego de la victoria sobre el Daesh y la liberación de Mosul, "las cosas no van a regresar de pronto a la normalidad" para los cristianos. También señaló que "la supervivencia de la presencia de los cristianos en Irak ya era una cuestión dudosa aun antes de la llegada del Daesh." Asimismo, hizo hincapié en "el lento cambio migratorio en las ciudades cristianas" apoyado por los distintos gobiernos iraquíes. "Así que lo importante no es la conquista del Estado Islámico. Tal vez, éste es simplemente el último episodio del sufrimiento de los cristianos, que ya existía mucho antes de estos acontecimientos."

El Padre Benoka también recordó que "nadie defendió a los cristianos" cuando llegaron los terroristas del Daesh, "ni siquiera el ejército iraquí", que ahora ha liberado la ciudad de Mosul.