Macao no escapa a la sinización de la Iglesia

Fuente: FSSPX Actualidad

Si bien se supone que Macao puede disfrutar de una relativa libertad, gracias al principio "un país, dos sistemas", los católicos de esta excolonia portuguesa han aprendido por las malas lo que significa la política de sinización de la religión deseada por Beijing.

Los católicos de Macao (China) están absolutamente furiosos: durante tres noches consecutivas, del 29 de septiembre al 1 de octubre de 2019, la rama local del Partido Comunista (PCCh) en el poder, organizó un espectáculo de luces y sonido para la gloria del maoísmo y China, así como del gobierno de Pekín, en las ruinas históricas de la Iglesia de San Pablo, ubicada en Santo Antonio, al oeste de la península.

El evento, bautizado pomposamente "Glorioso esplendor en la celebración del 70 aniversario de la fundación de la República Popular de China", se llevó a cabo en la fachada sur de la iglesia construida a principios del siglo XVII por católicos japoneses exiliados.

Dedicada a la Madre de Dios, la fachada representa a la Virgen de pie victoriosa sobre un dragón de siete cabezas.

"Los fieles están muy descontentos, porque estos vestigios son un símbolo importante para la Iglesia, y aunque el lugar está actualmente bajo el control del gobierno, el espectáculo debería haber resaltado la historia de este patrimonio", declaró el 2 de octubre de 2019 el Padre Cyril Jerome Law, canciller de la diócesis de Macao.

En respuesta al canciller, el secretario de Asuntos Sociales y Cultura, Alexis Tam Chong Weng, desestimó el problema en un tono irenista, declarando a Macau News: "no podemos cuestionar el espectáculo; lo que necesitamos es tolerancia y comprensión mutua".

Los fieles, por su parte, han entendido bien el mensaje: al apropiarse de la fachada de la iglesia de San Pablo para celebrar allí el comunismo triunfante, es el patrimonio católico de la antigua colonia portuguesa lo que el PCCh deseaba eliminar, en nombre de una damnatio memoriae.