Merry del Val: el Cardenal que Sirvió a Cuatro Papas

Fuente: FSSPX Actualidad

Personaje de referencia de la Historia de la Iglesia de principios del siglo XX, el cardenal Rafael Merry del Val pertenece más a los clérigos menores en la literatura, dadas las escasas obras que se le han dedicado. El profesor Roberto de Mattei ha intentado subsanar esta deficiencia publicando una obra titulada: Merry del Val. El cardenal que sirvió a cuatro papas.

Basta hojear un artículo sobre la actualidad de la Iglesia del primer tercio del siglo XX para toparse con el nombre de Merry del Val: la trayectoria curial de este hombre, uno de los más estrechos colaboradores de San Pío X, es deslumbrante: a los 21 años fue nombrado chambelán secreto supernumerario; los chambelanes están al servicio directo del Papa para tareas rutinarias, el supernumerario es puramente honorario.

Ordenado sacerdote a los 23 años, fue chambelán secreto participando a los 26, delegado apostólico en Canadá a los 31, presidente de la Academia de los Nobles Eclesiásticos -que forma a los miembros de la diplomacia pontificia- y arzobispo a los 34, secretario de Estado y cardenal a los 38, arcipreste de la basílica de San Pedro y prefecto de la Fábrica de San Pedro a los 48, secretario del Santo Oficio a los 49.

Nacido en 1865 en Londres, Rafael Merry del Val era español de nacimiento, pero inglés de educación. A partir de 1880, el joven graduado de la Academia de los Nobles Eclesiásticos demostró ser un colaborador discreto y eficaz de León XIII, especialmente en la delicada cuestión de las ordenaciones anglicanas declaradas "completamente inválidas y absolutamente nulas" por la carta Apostolicae curae del 13 de septiembre de 1896.

A la muerte del Papa Pecci, el 20 de julio de 1903, Monseñor Merry del Val dio un gran giro en su vida: fue nombrado secretario del cónclave que eligió inesperadamente al cardenal Giuseppe Sarto y, para sorpresa de todos, fue elegido por San Pío X como Secretario de Estado, es decir, su brazo derecho.

Con solo 38 años fue creado cardenal y, durante once años, permaneció lo más cerca posible del nuevo Papa, con quien vivió en total armonía, afrontando con él todas las grandes batallas de su pontificado, empezando por aquella librada contra el modernismo.

Roberto de Mattei se ocupa en particular del papel de Merry del Val en la condena de Alfred Loisy y George Tyrrell, y de su relación con Umberto Benigni, fundador del Sodalitium Pianum: “Lo que tenía en común con Giuseppe Sarto – escribe el autor – era una vida espiritual profundamente vivida, una amplitud de visión pastoral, un espíritu sobrenatural que se traducía en una disposición de espíritu opuesta al modernismo” (p. 119).

Los años de servicio del cardenal Merry del Val no terminaron con la muerte de San Pío X. Su sucesor Benedicto XV (1914-1922) nombró al alto prelado español secretario del Santo Oficio, primera congregación de la Iglesia, presidida por el propio Papa.

El lector de la obra descubre las posiciones del Cardenal Merry del Val en la controversia sobre el Padre Pío en los años 1920; sobre las conversaciones de Malinas, que prefiguraron el ecumenismo conciliar; sobre ciertos escándalos que sacudieron al Vaticano en aquel momento. Sin olvidar la disputa de la Accion Francesa que enfrentó al cardenal con el Papa Pío XI.

El cardenal Merry del Val murió en Roma el 26 de febrero de 1930. Pío XII, que había iniciado su carrera eclesiástica en la Secretaría de Estado bajo las órdenes del cardenal Merry del Val, quiso elevarlo a los altares. El 26 de febrero de 1953 se abrió oficialmente la causa de beatificación del alto prelado, apoyada por el Pontificio Colegio Español de Roma.

Después de tres años, el proceso se completó, y en 1957, los escritos del siervo de Dios Rafael Merry del Val fueron aprobados por la Congregación de Ritos. Pero Pío XII murió, luego fue elegido Juan XXIII, abriendo el desastroso período conciliar. Sobra decir que la figura de Merry del Val ya no era realmente relevante en una época de triunfo de la colegialidad y de la libertad religiosa.

El único inconveniente para los lectores francófonos: Merry del Val. El cardenal que sirvió a cuatro Papas actualmente solo está disponible en italiano, pero la traducción al francés no tardará mucho.