Mes de San José: esplendor de la virginidad (5)

Fuente: FSSPX Actualidad

Es necesario comprender cuán necesaria era la virginidad para atraer a Jesucristo a este mundo. Así como Dios engendró a su Hijo en la eternidad por una generación virginal, igualmente era necesario que cuando naciera en el tiempo saliera de una madre virgen. Es por esto que los profetas anunciaron que una virgen concebiría a un hijo (Is. 7, 14). Al analizar la naturaleza de la santa virginidad, observo una virtud secreta que obliga, en cierto modo, al Hijo de Dios a venir al mundo a través de ella.

La virginidad cristiana es una imitación de la vida de los ángeles; pone a los hombres por encima del cuerpo despreciando todos sus placeres; equipara la carne con la pureza de los espíritus. A partir de esto, es fácil comprender por qué esta virtud debía preceder al misterio de la Encarnación. Porque el misterio de la Encarnación es la unión estrechísima de Dios y del hombre, de la divinidad con la carne.

Jacques-Bénigne Bossuet, Primer Panegírico de San José