México está siendo golpeado por un "tsunami de violencia y asesinatos"

Fuente: FSSPX Actualidad

Cardenal Carlos Aguiar Retes

Durante su primera reunión con los sacerdotes de su diócesis, el Cardenal Carlos Aguilar Retes, nuevo arzobispo de la Ciudad de México, llamó a la acción concreta por parte del clero en la lucha contra los "tsunamis de violencia y asesinatos" que están afectando directamente a la sociedad de México.

"Ante los problemas de la sociedad, no podemos escondernos en nuestras sacristías," exclamó el nuevo arzobispo de México - nominado el 7 de diciembre de 2017 - durante el retiro sacerdotal preparatorio para la Cuaresma del 2018. 

Para el prelado, existe una necesidad urgente de "preservar los valores cristianos", particularmente entre los jóvenes por ser los más vulnerables. Para poder poner un fin al espiral de violencia, el cardenal animó al clero a crear "una profunda colaboración entre todas las instituciones: tanto escuelas como grupos para jóvenes."

La formación espiritual también debe ser una prioridad: "el 84% de los mexicanos se dice católico," declaró el Cardenal Aguilar, "pero aquellos que asisten a la iglesia, deben enfocarse en formar verdaderas comunidades de discípulos de Cristo para que su vida espiritual pueda echar raíces."

El 5 de febrero de 2018, dos sacerdotes fueron asesinados en el estado de Guerrero. En 2017, México fue clasificado como el segundo país más motífero del mundo, justo después de Siria.

La solución: restaurar a Cristo como Rey de las naciones

Para la protección de los jóvenes, nada puede reemplazar la educación verdaderamente católica y un profundo espíritu de fe alimentado por una liturgia digna de llevar ese nombre. Este es el objetivo de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X a través de sus centros de Misa, escuelas y movimientos como la Asociación Nacional de la Juventud Mariana, la Sociedad San Andrés y la Cruzada Cordimariana. La sociedad católica sólo puede reconstruirse sobre los cimientos naturales y divinos del cristianismo, bajo la guía benéfica de la Iglesia.

La jerarquía católica no tiene otra solución que predicar la doctrina de Cristo Rey de las Naciones, si desea salvar a la sociedad que se dirige a su ruina. La situación presente en México es solamente una ilustración de las semillas de anarquía sembradas desde hace tanto tiempo en nombre de la democracia universal. San Pío X lo denunció desde 1910:

... el gran movimiento de apostasía organizado en todos los países para el establecimiento de una Única Iglesia sin dogmas, jerarquía, disciplina para la mente ni freno a las pasiones, y la cual, bajo el pretexto de libertad y dignidad humana, traería de regreso al mundo el reino de la astucia y la fuerza legalizadas, así como la opresión de los débiles y de todos los que sufren.

La violencia de las sociedades modernas es simplemente la consecuencia del rechazo de la religión y Dios.

Frente a las ideologías modernas del socialismo y liberalismo, en su carta Nuestro Mandato Apostólico a los Obispos de Francia, el Papa San Pío X vio la urgente necesidad de:

...reconocer enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la ciudad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no esta por inventarse, ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la "ciudad" católica. No se trata mas que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo.