Monseñor Dominique Rey ya no es obispo de Fréjus-Toulon

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Dominique Rey despidiéndose de su diócesis

El obispo de Fréjus-Toulon, Monseñor Dominique Rey, presentó su carta de renuncia al Papa Francisco el 31 de diciembre de 2024. El Papa la aceptó el 7 de enero de 2025. Con este motivo, concedió una entrevista a Le Figaro, en la que dio algunos detalles. Monseñor Rey era obispo de la diócesis de Fréjus-Toulon desde el 16 de marzo de 2000.

Durante la entrevista, el ahora obispo emérito revela que tras el nombramiento de Monseñor François Touvet como obispo coadjutor -es decir, con derecho de sucesión- "el Santo Padre me había animado a no dimitir". Pero recientemente "el Papa me dijo que tenía que dimitir de mi cargo".

Esta carta fue solicitada al obispo, que tiene 73 años, aunque esta renuncia debe proponerse cuando un obispo cumple 75 años. Esta petición "es sintomática de las crisis que vive la Iglesia en Francia bajo este pontificado. Francisco no acepta que los obispos se muestren demasiado cercanos al círculo tradicionalista", como señala acertadamente Jean-Marie Guénois.

El periodista preguntó a Monseñor Rey qué se le reprocha. El obispo respondió que "las quejas tienen que ver con la recepción demasiado amplia de grupos, sacerdotes, vocaciones y comunidades del llamado mundo tradi". Así como con "disfunciones en la gestión económica y financiera de la diócesis".

El obispo emérito prosigue diciendo que ha "respondido a estas críticas punto por punto, de forma objetiva y documentada, basándose en informes y auditorías de expertos". A continuación repasa su actividad episcopal durante el último cuarto de siglo, haciendo hincapié en el despliegue de vocaciones y la recepción de sociedades de sensibilidades diversas. Señala que, gracias a ello, la diócesis cuenta con 250 sacerdotes activos.

Se trata, pues, de una diócesis menos agonizante que muchas otras que Monseñor Touvet recibió de su predecesor. Se pasa una página y se escribe una nueva, que probablemente será triste si se aplican los rigores de la reforma de Vaticano II, como en muchas otras diócesis francesas.