Myanmar: la catedral de Bhamo incendiada por el ejército birmano

Fuente: FSSPX Actualidad

La catedral de San Patricio en llamas

El domingo 16 de marzo de 2025, el ejército de Myanmar atacó la catedral católica de San Patricio de Bhamo, en el estado septentrional de Kachin, la víspera de la fiesta del santo al que está dedicada la catedral. La casa del sacerdote, el edificio de tres plantas que alberga las oficinas de la diócesis y el instituto ya habían sido incendiados el 26 de febrero.

Según los testimonios recibidos por la Agencia Fides, el ataque de los

 soldados tuvo lugar alrededor de las 16:00 horas. La catedral habría sido incendiada durante las operaciones llevadas a cabo en la región por soldados del SAC (State Administration Council), la junta militar actualmente en el poder en Myanmar.

La diócesis de Banmaw, creada en 2006 y dirigida por Mons. Raymond Sumlut Gam, limita con China por el este y cubre una zona montañosa de 10,741 kilómetros cuadrados. Antes de la actual situación de conflicto, estaba habitada por una población civil de más de 407,000 personas (de las cuales más de 27,000 eran católicos bautizados), pertenecientes a diferentes grupos étnicos.

Una larga tragedia

El incendio de la catedral de la diócesis de Banmaw no es un hecho aislado. En la región de Mandalay, el ejército bombardeó un pueblo el 17 de marzo, matando al menos a 27 personas, entre ellas varios niños. La localidad de Sangu, que fue atacada, había sido reconquistada por las Fuerzas de Defensa del Pueblo (grupo armado que se resiste al régimen) el pasado mes de julio.

El conflicto civil birmano estalló en febrero de 2021 tras el golpe de Estado llevado a cabo por el ejército birmano. Más de cuatro años después del inicio de los combates, el país está cada vez más fragmentado. Recientemente, la población se ha manifestado contra el control de las milicias étnicas que han liberado algunas zonas de la presencia del ejército.

La semana pasada, el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang (TNLA) impuso el servicio militar obligatorio en la administración de la ciudad de Mogok, en la región de Mandalay, con el fin de crear una milicia local para mantener la seguridad, exigiendo que un miembro de cada familia de entre 18 y 45 años cumpla el servicio.

Esto ha generado resistencia, ya que la población teme ser reclutada por la fuerza, lo cual no ha tardado en suceder: "Después de enfrentarse a las protestas, secuestran a hombres en la calle. El TNLA trata a la gente como lo hacía el régimen", declaró una mujer al periódico The Irrawaddy. Se acusa a la etnia palaung de reclutar a mujeres y niñas por la fuerza.

Influencia de China

El jefe de la junta militar birmana, el general Min Aung Hlaing, se reunió recientemente en Naypyidaw con Deng Xijun, el enviado especial chino para asuntos asiáticos. Según el órgano de prensa del régimen birmano, la reunión habría versado sobre posibles elecciones en Birmania, pero también sobre la cooperación para reprimir los centros de fraude en línea y el tráfico de estupefacientes.

Pero parece que China buscaba sobre todo dar seguimiento a un acuerdo que prevé el despliegue de personal de seguridad chino en las zonas donde se encuentran proyectos de infraestructura financiados por Beijing. Por ejemplo, el estado de Arakan acoge varios proyectos chinos, entre ellos un puerto de aguas profundas y gasoductos y oleoductos que forman parte de las "Nuevas Rutas de la Seda".

Se trata de un proyecto esencial, ya que permitiría a China tener acceso directo al Océano Índico. Los habitantes han informado que el personal de seguridad chino ya ha llegado a la región que Beijing quiere convertir en una zona económica especial, una iniciativa que cuenta con el apoyo de los generales birmanos.

En el estado de Rakhine (o de Arakan), las fuerzas gubernamentales están sufriendo grandes pérdidas y buscan firmar un alto el fuego. En estas condiciones, la presencia de fuerzas de seguridad chinas en la región sería una bendición para las fuerzas armadas birmanas, cuyas preocupaciones podrían verse así muy reducidas.