Nicaragua: se renueva la tensión entre el poder y la Iglesia
Monseñor Rolando Alvarez Lagos
En Nicaragua, el poder continúa atacando a los católicos: religiosas expulsadas, medios de comunicación cerrados, sacerdotes bajo arresto domiciliario, feligreses detenidos. La tensión nunca había llegado a tal nivel entre el régimen revolucionario sandinista y la Iglesia.
Desde el 4 de agosto pasado, las rondas policiales pueden verse desde las ventanas de su obispado donde vive como en un atrincheramiento: "Nos dijeron que estábamos presos en casa", explicó en las redes sociales, haciendo alusión a las fuerzas de seguridad, el obispo de Matagalpa, diócesis ubicada en el norte de Nicaragua.
Al día siguiente, la policía aseguró haber abierto una investigación por "actos delictivos con el fin de desestabilizar el Estado" contra monseñor Rolando Álvarez Lagos. Cabe señalar que, a lo largo de los meses, el prelado, ya conocido por su actitud crítica contra el régimen del presidente Daniel Ortega, se ha convertido en la piedra en el zapato del régimen sandinista.
El obispo de Matagalpa ha denunciado constantemente los "ataques a la libertad religiosa" provenientes de la cúpula del Estado, tras el cierre de varios canales católicos de radio y televisión.
Desde hace varias semanas, los partidarios de Daniel Ortega han denunciado a una Iglesia "cómplice del intento de golpe", y han aumentado la presión contra los católicos interrumpiendo un sinfín de misas o vigilando de cerca a los sacerdotes.
La noche del 1 de agosto, en la localidad de Sébaco, en el norte del país, los fieles reunidos en la iglesia parroquial fueron desalojados con bombas lacrimógenas por las fuerzas de seguridad, y varios fueron detenidos.
El párroco local, el Padre Uriel Vallejos, también conocido por ser uno de los principales opositores al poder actual, ahora está atrincherado en su iglesia, al igual que su obispo. Porque como todos los activistas y periodistas de extrema izquierda críticos con el régimen han sido enviados al exilio, la Iglesia es la última institución en oponerse al presidente Ortega.
Un periodista independiente lo confirma: "El gobierno está en constante confrontación con la Iglesia, que nunca ha dejado de criticar la falta de libertades y soluciones a la crisis democrática".
Julio Cruz explica que la situación es aún más significativa en el norte del país, "porque es un semillero de resistencia al sandinismo y los sacerdotes son los últimos en oponerse públicamente al régimen".
Desde que fue reelegido tras una polémica votación que desembocó en manifestaciones en las que murieron al menos 350 estudiantes, casi un millar de asociaciones y ONG han tenido que hacer las maletas, quince religiosas Misioneras de la Caridad han sido expulsadas, y los medios católicos han ido cerrando uno tras otro.
Si bien el grado de involucramiento político de los eclesiásticos en la crisis de Nicaragua puede suscitar interrogantes, debemos, sin embargo, tener en cuenta que el presidente Daniel Ortega reivindica abiertamente la herencia sandinista, un movimiento de inspiración marxista-leninista en esencia opuesto al catolicismo.
Para Carlos Chamorro, director del diario El Confidencial, exiliado en Costa Rica desde 2019, la actitud actual del poder hacia la Iglesia es sobre todo el signo de una "dictadura decrépita que todavía cava un poco más su tumba".
Fuente: La Croix – FSSPX.Actualités
Imagen: Ramírez 22 nic, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons