Nigeria: una diócesis duplica el número de sus sacerdotes en diez años

Con la ordenación de 23 sacerdotes el 10 de agosto de 2024, el obispo de Nsukka, Monseñor Godfrey Igwebuike Onah, ahora cuenta con 417 sacerdotes en su diócesis. Las razones que explican esta progresión son múltiples.

En primer lugar, hay que destacar la fe que lleva al pueblo católico nigeriano, el más practicante del mundo, muy por delante del país que le sigue en la lista: el 94% de los católicos del país asisten a misa dominical, mientras que el segundo país, Kenia, tiene 73% de practicantes, siendo el tercero el Líbano con el 69%. En Europa, solo Polonia se mantiene cerca del 50%.

Familia numerosa: los nigerianos tienen muchos hijos (más de 5 por mujer). En la escuela católica, la familia es el semillero de las vocaciones. En Europa, la tasa de natalidad está a media asta: Francia está a la cabeza con 1.8 hijos por mujer, por debajo de la tasa de reemplazo. ¿Cómo se pueden tener vocaciones cuando el futuro de las generaciones ni siquiera está asegurado?

Debemos recordar la fe combativa del catolicismo africano: durante la agitación ocasionada por la Declaración Fiducia supplicans, publicada el 18 de diciembre de 2023, toda el África negra rechazó este documento romano en nombre de la fe de la Iglesia. El episcopado de Nigeria fue uno de los primeros en reaccionar, el 20 de diciembre, afirmando “que no hay posibilidad para la Iglesia de bendecir las uniones y actividades homosexuales”.

Un elemento importante es la persecución que sufren los católicos en Nigeria, que pagan el precio con su sangre cada año con cientos, incluso miles, de muertes. El estado de Eunugu también sufre por esta causa. Y los estados circundantes: Plateau, Benue, Kaduna, Nasarawa, Níger, Taraba, han perdido ya la cuenta de sus mártires.

En un artículo de junio de 2023, ACI África informó que “hasta 2,150 cristianos indefensos han sido masacrados por agentes no estatales/jihadistas islámicos respaldados por el gobierno nigeriano en los últimos 160 días, es decir, del 1 de enero al 12 de junio de 2023”, señala el informe de Intersociety.

Una espiritualidad de mártir

Ante esta persecución, “los formadores de los seminarios del país compartieron con ACI África una espiritualidad emergente en los seminarios nigerianos que muchos pueden encontrar difícil de comprender: la espiritualidad del martirio”, explica un artículo del 24 de enero.

"Los formadores explican que en Nigeria, quienes participan en la formación sacerdotal son llevados continuamente a comprender que su vocación ahora implica estar preparados para defender la fe hasta la muerte. Más que nunca, se recuerda a los seminaristas que deben estar preparados para enfrentar la persecución, incluida la posibilidad de ser secuestrados e incluso asesinados".

Contrariamente a lo que una mente debilitada y degradada podría creer, este peligro no hace retroceder a la generosa juventud católica, sino que la conduce a un mayor impulso: al menos esta es la observación irrefutable que se puede hacer en Nigeria. En contraste con el decadente pensamiento “católico” de la vieja Europa, que huye de la Cruz de Cristo y piensa compensar la falta de vocaciones autorizando el matrimonio para los sacerdotes, o incluso “ordenando” mujeres.

Por último, cabe añadir que el obispo que gobierna la diócesis de Nsukka es muy consciente de la grandeza del sacerdocio: recordó a los diáconos que los sacerdotes ordenados en adelante serán "profundamente transformados y configurados con Cristo", y que la gracia que reciben mediante la ordenación los hace capaces de cumplir sus deberes sagrados. Una doctrina bien olvidada en otros lugares...