No más jubilaciones automáticas para los funcionarios curiales

Fuente: FSSPX Actualidad

La renuncia de obispos y altos cargos de la Curia a la edad de 75 años ya no será automática; antes tendrá que ser aceptada por el papa, quien puede mantenerlos en su cargo de forma "excepcional", explica Francisco.

“Imparare a congedarsi”, preparándose para retirarse, es el nombre del motu proprio publicado el 15 de febrero de 2018. En él, el Santo Padre, modificó el derecho canónico concerniente al retiro diocesano de obispos y prelados de alto rango de la Curia romana.

Para los obispos diocesanos, se sigue manteniendo la edad de 75 años, pero el papa añade que se reserva el derecho de aceptar o rechazar la renuncia.

Para los jefes de la Curia, su renuncia a la edad de 75 años tendrá que ser aceptada por el papa bajo las mismas condiciones prescritas para los obispos diocesanos, como ya es el caso para los cardenales de la Curia.

Para Francisco, esto no es un privilegio para los obispos mayores. La extensión, aunque "excepcional", no es automática, sino un acto gobernante"; debe entenderse como motivada por el bien común eclesial.