Nombramiento del nuevo director de recursos humanos de la Santa Sede

Tres españoles están ahora a cargo de las finanzas y del personal del Vaticano. Después del prefecto de la Secretaría de Economía, el jesuita Juan Antonio Guerrero, y el secretario general del mismo dicasterio, Maximino Caballero Lido, ahora es el turno del abogado Luis Herrera Tejedor de incorporarse al cerrado club de los que velan por los recursos materiales y humanos del Vaticano.

Un nombramiento hecho público el 5 de septiembre de 2022 y tanto más simbólico porque aún no existía el cargo que ocuparía Maximino Caballero Lido: el abogado español deberá gestionar los recursos humanos del Estado más pequeño del mundo, es decir, aproximadamente 3,000 empleados.

El Padre Juan Antonio Guerrero ya había dado indicios, hace unas semanas, al cubrir las competencias del nuevo oficio creado por la constitución apostólica Praedicate Evangilium, texto promulgado el 5 de junio, y que pretende poner un punto final al proyecto de reforma de la Curia.

Por tanto, el nuevo "DRH del Vaticano" será responsable de establecer planes profesionales y programas de formación, en particular a través de la implementación de un sistema objetivo de evaluación del trabajo.

Pero también deberá lograr que los puestos sean más atractivos mediante la introducción de una remuneración variable para recompensar al personal que lo merece. Finalmente, deberá esforzarse por crear un mejor clima laboral para sus colaboradores activando varias palancas: comunicación interna, momentos de encuentros, actividades extraprofesionales...

Con una línea roja puesta por el mismo pontífice: no despedir a nadie.

Este perfil encaja a la perfección con Luis Herrera Tejedor: se graduó de la escuela de negocios española IE Business School, fue DRH de la filial española de Yves Saint Laurent de 1990 a 1991, y del grupo de distribución Logista de 2004 a 2007, luego del banco español Inversis, antes de ofrecer sus servicios como coach, especialmente en las PYMES y start-ups.

El campo de acción de Luis Herrera Tejedor es amplio: se extiende más allá de los dicasterios y organismos de la Santa Sede; incluso al personal de los institutos, como el Instituto para las Obras de Religión (Ior) -el "banco" del Vaticano-, a las administraciones o incluso a las Fundaciones.

Con este nombramiento, el soberano pontífice seguramente tiene el deseo de profesionalizar la organización de su administración, pero la tarea del nuevo DRH resultará difícil porque los hábitos son difíciles de cambiar en Roma.

Por ejemplo, todo el personal de la Santa Sede, la mitad de los cuales son laicos, disfruta de un empleo vitalicio. Además, salvo los prefectos de dicasterios, cuyo salario puede llegar a los 5,000 €, la retribución varía entre los 1,200 € y los 3,500 € netos al mes, y no está sujeta a impuestos.

La idea de tener que rendir cuentas a alguien ajeno a los usos y costumbres de la Curia romana corre el riesgo de disgustar a más de un prelado dentro de la venerable institución.