Notre-Dame de París: ¿encuentran los restos de Joachim du Bellay?

Nacido hacia 1522, se hizo amigo de Ronsard en 1547. Con él fundó un grupo de poetas cuyo objetivo era “crear obras maestras en francés tan buenas como las de los latinos y griegos”. Un objetivo que servía al del rey de Francia, Francisco I, “que deseaba dar títulos de nobleza a los franceses”.

Pasó cuatro años en Roma con su primo hermano, el cardenal Jean du Bellay, en la corte papal. Enfermo, regresó a Francia en 1557 y fue nombrado canónigo de Notre-Dame de París. Murió el 1 de enero de 1560 y fue enterrado en la catedral de París, en la capilla de San Crispín. Dejó una obra poética que marcó la historia de la literatura francesa.

Los sarcófagos de Notre-Dame

El Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap) publicó el 17 de septiembre un informe sobre la marcha de las investigaciones arqueológicas realizadas en Notre-Dame de París. Una parte recuerda que "como todo edificio religioso católico, la catedral es un lugar con finalidad funeraria. Pero las inhumaciones se realizaban exclusivamente dentro de la catedral".

Durante las excavaciones “se identificaron más de un centenar de sepulturas y 80 de ellas fueron excavadas”. La mayoría de los ataúdes están hechos de madera con tachuelas. Según el Inrap, “la orientación de las sepulturas sugiere que más de la mitad serían de laicos (con la cabeza mirando al oeste), mientras que la otra mitad estaría compuesta por miembros del clero (con la cabeza mirando al este, hacia los fieles).

Los esqueletos del cruce del transepto

En 2022 se descubrieron dos sarcófagos de plomo “antropomórficos” en el cruce del transepto. Fueron “excavados en 2022 en el instituto forense del Hospital Universitario de Toulouse”. Uno de ellos, con un epitafio a nombre del canónigo Antoine de La Porte, permitió una fácil identificación, pero la identidad del otro seguía siendo un misterio.

La investigación fue confiada a la Unidad Mixta de Investigación (UMR) 5288 de la Universidad de Toulouse III, adscrita al CNRS, y al profesor Eric Crubézy, “arqueólogo y médico del laboratorio de antropología molecular y de imágenes sintéticas (Amis)”, explica Le Figaro, que “ha emprendido una investigación multidisciplinar y propone vías de identificación”, continúa el Inrap.

La identificación se basa en los elementos que el análisis puede detectar: ​​edad, patologías médicas, signos de una actividad específica, pero también los que revela la situación de la sepultura, y todos los elementos que la acompañan.

El comunicado de prensa del Inrap revela que “el anónimo murió de meningitis tuberculosa crónica, en el siglo XVI, en su cuarta década, una edad raramente representada entre las inhumaciones de personajes importantes en la catedral”. El profesor Crubézy explica a Le Figaro que “la tuberculosis es una enfermedad muy bien documentada".

"Solo el 5% de los casos progresaron a la forma ósea de la enfermedad y menos aún afectaron las vértebras [como es el caso] del cuello y las meninges. Se considera que en esta patología ósea la afectación cervical solo habría afectado a menos de 3 a 4 sujetos por 1,000 en el grupo de edad considerado".

Además, la meningitis tuberculosa crónica puede provocar sordera y dolores de cabeza que pueden durar varios años. "Otra información importante: los huesos de la pelvis muestran que el fallecido era un jinete experimentado", dice el artículo de Le Figaro.

La nota del Inrap explica: "Nuestra atención se centró en Joachim du Bellay, ilustre jinete, poeta tuberculoso, fallecido en 1560, cuya autopsia reveló signos de meningitis crónica. Enterrado en la catedral cuando ya no era canónigo, su tumba fue encontrada en 1758 cerca de la de su tío, aunque la familia quería que fuera enterrado junto a él".

Así, para el profesor Crubézy, el perfil médico corresponde claramente con el del célebre poeta. En cuanto a los arqueólogos, se preguntan sobre “la discordancia entre el acuerdo del capítulo, que elegía los lugares de las inhumaciones en Notre-Dame, y la ubicación en el cruce del transepto”.

Así “se plantean dos hipótesis fundamentadas: una sepultura transitoria que pasó a ser permanente o un traslado de su ataúd durante otra inhumación, en 1569, tras la publicación de sus obras completas” en un lugar, el cruce del transepto, que “podría haber sido un lugar de inhumación de personas conocidas, pero sin títulos de importancia”.