Novedades sobre la datación del primer Evangelio
La Academia Austríaca de Ciencias (OeAW) anunció el descubrimiento de un fragmento del Evangelio según San Mateo presentado como la versión más antigua de un pasaje del Nuevo Testamento conocida hasta la fecha. Se confirma así la hipótesis tradicional de una datación temprana del primero de nuestros Evangelios.
Es necesario retroceder mil años: unos monjes copistas de Tierra Santa borraban, raspándolo, un pergamino para poder reutilizarlo. Esta técnica denominada palimpsesto se explica por la escasez, y por tanto, el elevado precio, de los materiales necesarios para la escritura.
Varios siglos después, el palimpsesto en cuestión pasó a ser propiedad de la Santa Sede, que lo conserva en la Biblioteca Apostólica Vaticana: es allí donde el investigador Grigory Kessel lo encontró e intentó encontrar los textos raspados por los monjes.
La técnica de la fotografía ultravioleta permitió al investigador del OeAW descifrar los secretos del pergamino que, en realidad, contiene dos fragmentos del Evangelio de San Mateo escritos en siríaco antiguo, y que el científico data de los siglos III y VI de nuestra era.
Se trata de un importante descubrimiento, ya que esta sería la versión más antigua conocida de un texto del Nuevo Testamento, según informó la OeAW el 6 de abril de 2023. Se deben tener en cuenta los términos: por versión debe entenderse una traducción del texto sagrado en un idioma diferente del idioma original, en este caso el siríaco.
Pues el idioma original del Evangelio de San Mateo es el griego, aunque es posible que el apóstol lo escribiera primero en lengua hebrea. San Jerónimo dice haber consultado un texto hebreo que contenía el Evangelio de San Mateo.
En cuanto al original griego, el códice sinaítico, escrito en pergamino y conservado en el monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí, tiene fama de ser la copia más completa de nuestros Evangelios: data del siglo IV de nuestra era. Pero hay fragmentos de los Evangelios más antiguos, conservados en papiro.
Uno de los fragmentos sacados a la luz por Grigory Kessel relata el episodio en el que los discípulos de Jesús cosechan espigas en sábado. Corresponde así a casi todo el capítulo 12 del Evangelio de San Mateo. "Grigory Kessel ha hecho un gran descubrimiento gracias a su profundo conocimiento de los textos siríacos antiguos y las características de la escritura", señaló Claudia Rapp.
La directora del Instituto de Investigación Medieval de la Academia Austriaca celebra con satisfacción: "Este descubrimiento demuestra cuán productiva e importante puede ser la interacción entre las tecnologías digitales modernas y la investigación fundamental cuando se trata de manuscritos medievales".
Un texto sumamente valioso para la historia de la transmisión evangélica
Esta versión en siríaco antiguo es solo el tercer fragmento conocido del Evangelio en este idioma. Hay versiones siríacas más completas pero escritas en un idioma más reciente, siendo la más conocida la Peshitta.
Este nuevo descubrimiento es importante, porque permite confirmar la datación temprana del Evangelio según San Mateo: si la versión siríaca descubierta por Grigory Kessel data del siglo III, significa que ya estaba muy difundida en Oriente Medio en esa época, dado el tiempo que tomaba copiar un manuscrito.
Esto hace posible retroceder aún más en el tiempo al texto original en griego que se utilizó para establecer el texto siríaco.
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Fuentes: The Jerusalem Post/Valeurs actuelles/Le monde de la Bible – FSSPX.Actualités
Imagen: The Jerusalem Post