Ola de secuestros de sacerdotes en Nigeria
Los sacerdotes y fieles en Nigeria son víctimas de un número cada vez mayor de agresiones que van desde la intimidación hasta el asesinato y el secuestro para pedir rescate. FSSPX.Actualidad informó sobre la masacre cometida en una iglesia el día de Pentecostés, el 6 de junio de 2022, así como sobre el asesinato de dos sacerdotes el 25 y 26 de junio.
El secuestro para pedir rescate es uno de los delitos dominantes en varias ciudades de Nigeria en la actualidad: políticos, empresarios, clérigos y cualquier persona con dinero, incluidos los estudiantes de familias relativamente acomodadas, son objetivos fáciles para los bandidos. Pero los secuestros pueden salir mal.
Hace menos de dos semanas, en el estado de Edo, el Padre Christopher Odia Ogedegbe, fue asesinado en un intento de secuestro el domingo 26 de junio cuando se dirigía a misa en Auchi.
Otro sacerdote, el Padre Vitus Borogo, fue asesinado el 25 de junio en su granja de Kaduna, al noroeste de Nigeria. En su funeral, 700 sacerdotes se manifestaron pacíficamente exigiendo mayor seguridad para ellos y para todos los ciudadanos nigerianos.
El sábado 2 de julio, dos sacerdotes fueron secuestrados: el Padre Peter Udo, de la parroquia de San Patricio, Uromi, y el Padre Philemon Oboh, del centro de retiro de San José, Ugboha, en el área del gobierno local de Esan, estado de Edo, al sur de Nigeria. Fueron llevados a un lugar desconocido por sus captores.
La policía dijo que envió oficiales al área "para llevar a cabo una persecución agresiva y bien coordinada" a fin de rastrear a los secuestradores y liberar a los dos sacerdotes.
El domingo 3 de julio, en el estado de Edo, el Padre italiano Luigi Brenna fue secuestrado por personas armadas. Los presuntos pastores dispararon. Luego, el sacerdote de 64 años fue capturado y violentado. Los atacantes lo hirieron con un machete, según el comunicado. La golpiza lo dejó inconsciente y sus captores lo dejaron atrás, creyéndolo muerto.
Finalmente, el Padre Emmanuel Silas, secuestrado el 4 de julio en el presbiterio de la iglesia católica de San Carlos en Zambina, área del gobierno local de Kaur, finalmente fue liberado. Un comunicado emitido por la diócesis de Kafanchan dijo que el sacerdote fue liberado alrededor de las 9 p.m. del mismo día.
El gobierno y la policía parecen incapaces de frenar esta ola de crímenes que azota al país, sobre todo porque también tienen que lidiar con la escasez de alimentos, el aumento de la inflación, las huelgas en las universidades que dejan a los jóvenes en el abandono. Todas estas dificultades ocuparán el centro de atención de las próximas elecciones que se realizarán en 2023.
Fuentes: Fides/Vatican news – FSSPX.Actualités
Imagen: © Père Justine John Dyikuk (aciafrique)