Operación transparencia en la Secretaría de Economía

La Secretaría de Economía publicó el presupuesto para el año 2021. De este modo, la Santa Sede busca jugar la carta de la transparencia y de la gestión con la debida diligencia, después de un año 2020 salpicado de escándalos financieros que involucran a varios altos funcionarios.
El Padre Juan Antonio Guerrero Alves, prefecto de la Secretaría de Economía, dijo para el micrófono de Andrea Tornielli, el 12 de marzo de 2021, que el objetivo es jugar la carta de la transparencia en lo relacionado al presupuesto del país más pequeño del mundo.
El jesuita, que recibió del Papa Francisco la misión de llevar el control de las finanzas de la Santa Sede, validó, el 16 de febrero, tras una gran presentación oral ante el Consejo de Economía, su presupuesto para 2021.
Gracias a esto se sabe que el déficit proyectado asciende a casi 50 millones de euros; sin embargo, el Padre Guerrero matizó la situación: el déficit "habría aumentado a ochenta millones de euros, sin los ingresos del Óbolo de San Pedro".
Los ingresos esperados son muy inferiores a los de 2019: "en ese año, explicó el jesuita, la facturación fue de 307 millones de euros, y para este año, esperamos un 30% menos, es decir, 213 millones. Por otro lado, aunque los gastos presupuestados son los más bajos de la historia reciente de la Santa Sede, no es posible reducirlos en la misma medida que los ingresos, manteniendo intacta la misión de la Santa Sede".
La reducción de los gastos debería llegar al 8%: una cifra alentadora, según el Padre Guerrero, porque "si excluimos los gastos de personal, que no hemos reducido porque la protección del empleo y de los salarios era una prioridad, la reducción sería del 15%".
Cuestionado por el director editorial del Dicasterio para la Comunicación sobre la rigidez de los gastos, el jesuita aprovechó para defender la debida gestión del soberano pontífice: "el Papa insiste en que ahorrar dinero no significa necesariamente despedir a los empleados, es muy sensible a la situación de las familias", dijo.
El responsable de las finanzas del Vaticano está bien consciente de que la confianza de los fieles -cuyas donaciones son imprescindibles para cubrir parte del déficit- debe ser objeto de especial cuidado: "es muy importante seguir proporcionando información clara y transparente, que dé tranquilidad a los fieles sobre el uso de sus donaciones", insistió.
A los que le reprochan que es fácil reponer las arcas del Vaticano con las donaciones, el jesuita advierte: "No creo que sea apropiado decir que el Óbolo de San Pedro cubre el déficit de la Curia. Eso no es correcto. La Curia siempre tendrá un déficit. Los donativos sirven para cubrir los gastos de la misión del Santo Padre (...) que ejerce a través de los distintos departamentos".
Y el Padre Guerrero recordó que la mayoría de los dicasterios, el equivalente a un ministerio, no generan ingresos. "Prácticamente toda la actividad y misión de la Santa Sede son fuentes de gastos: nunciaturas, dicasterios, ayudas a iglesias en dificultad, etc.".
¿Se ha pasado definitivamente la página a los escándalos financieros? El prefecto de la Secretaría de Economía quiere creer que así es, ya que la reforma avanza rápidamente: "La mayoría de los fondos (de la Secretaría de Estado) ya fueron transferidos. El Auditor General está en proceso de certificar los saldos de las distintas cuentas", explicó el hombre de confianza del pontífice argentino.
Optimizar los gastos y fomentar la generosidad de los fieles, este es el credo económico que el Padre Guerrero resume en pocas frases: "reducir los costos de gestión y aumentar los costos de la misión. Por otro lado, los fieles merecen transparencia. Se suele decir que en la gestión de sus recursos, la Iglesia debe adaptarse a los criterios internacionales... debemos aspirar a convertirnos en un referente internacional".
Una resolución oportuna para la Cuaresma...
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Fuente: Vatican News – FSSPX.Actualités
Imagen: gugganij, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons