Pakistán: el calvario olvidado de los cristianos

¿Se puede morir por un simple vaso de agua? Si se es cristiano y pakistaní, sí, es posible.
Sharon Masih era ambas cosas; ahora sabemos un poco más sobre la terrible historia de la muerte de este joven, gracias al diario italiano La Stampa.
Una cultura de hostilidad contra el cristianismo
Sharon Masih era el único cristiano de su salón en una escuela pública en Burewala, al sur de la provincia de Punyab, Pakistán. Al igual que muchos otros cristianos en el país, estaba acostumbrado a las humillaciones diarias de las que era objeto por su fidelidad a la fe de su bautismo, e incluso había sufrido intentos de intimidación para obligarlo a convertirse al islam, a lo cual siempre se negó.
Las cosas llegaron a un punto crítico el 30 de agosto, cuando el joven decidió llenar un vaso con agua fresca de un manantial para calmar su sed. Nada fuera de lo normal, excepto por un importante detalle: el único manantial de la preparatoria está exclusivamente reservado para el uso de los musulmanes.
"¡No lo hagas, Choora (impuro)!" le gritaron sus compañeros de clase; Pakistán está considerada como la "Tierra Musulmana de los Puros", y se cree que los cristianos no tienen derecho a estar ahí. Antes de que Sharon pudiera explicar la situación, los gritos se convirtieron en golpes, cada vez más fuertes, hasta que el adolescente se desplomó sin vida, ante la indiferencia del personal docente, quien ni siquiera llamó una ambulancia para llevar al pobre chico al hospital.
No pude hacer nada porque "estaba leyendo el periódico", declaró despreocupadamente a la policía uno de los maestros de Sharon Masih que estaba presente en ese momento. Pero según las declaraciones del padre del joven, el incidente "está basado en el fanatismo religioso" de los musulmanes, explica Sardar Mushtaq Gill, el abogado cristiano de la familia
Los obispos alzan la voz
Los obispos de Pakistán alzaron la voz enérgicamente, culpando al gobierno de lo sucedido: "Vivimos en una sociedad donde los estudiantes difunden el odio, los abusos y la intolerancia" contra los no musulmanes, afirmaron en su declaración, según reportó la agencia de noticias Fides.
Monseñor Joseph Arshad, presidente de la Comisión Nacional para la Justicia y la Paz, aterrizó este punto, señalando que, desde lejos, el episodio de la muerte de Sharon tal vez "parezca una disputa trivial entre adolescentes", pero que, ciertamente, no lo era; su muerte fue "causada por la intolerancia, la discriminación y actitudes inhumanas hacia la minoría cristiana."
La historia de Sharon Masin nos recuerda aquella otra de Asia Bibi, la joven condenada a muerte en el 2010 por beber de un pozo reservado para los musulmanes, y quien ha estado en el pabellón de la muerte para saber cuál será su destino.
Aunque los cristianos en Pakistán - que representan apenas poco más del 2% de la población - están viviendo un verdadero calvario, no sucede lo mismo con todas las minorías"; en el 2017, la República Islámica de Pakistán se convirtió en el primer gobierno del mundo en reconocer la "transexualidad", cuando concedió un "pasaporte transexual" a un hombre que se considera mujer. La doble moral del país es impresionante.
Fuentes: Vatican Insider / La Stampa / Fides / Riposte Catholique / FSSPX.News – 9/23/2017