Pakistán endurece la ley contra la blasfemia

Fuente: FSSPX Actualidad

El Parlamento de Pakistán en Islamabad

El parlamento paquistaní votó a favor de leyes más estrictas contra la blasfemia, lo que ha despertado la alarma entre las minorías religiosas, incluida la Iglesia católica, que temen que la ley se utilice en su contra.

Duro invierno para los cristianos en Pakistán. El 17 de enero de 2023, la Asamblea Nacional de la República Islámica aprobó por unanimidad el proyecto de ley para endurecer las penas por "blasfemia contra el islam".

Las leyes de blasfemia de Pakistán, que ya pueden conllevar la pena de muerte para aquellos que se considere que hayan insultado el islam o al profeta Mahoma, ahora pueden usarse para castigar a cualquier persona declarada culpable de insultar a personas asociadas con él.

Por tanto, pronunciar en vano los nombres de las esposas, miembros de la familia del profeta Mahoma y sus compañeros -los famosos Sahaba que recogieron algunas de sus palabras en la colección de hadices- implicaría penas de prisión por un período de tres a diez años, y podría costar un millón de rupias paquistaníes, o alrededor de cuatro mil euros: el equivalente a varios años de trabajo en el país.

Joseph Jansen, presidente de la organización Voice for Justice, una organización cristiana que lucha por los derechos de las minorías religiosas, advierte que la votación de los diputados tendrá como consecuencia "ampliar el ámbito de aplicación de las leyes sobre la blasfemia, mientras que sería necesario, por el contrario, introducir salvaguardias contra su uso indebido".

Y recuerda que "las leyes contra la blasfemia han permitido y fomentado la discriminación y persecución legal en nombre de la religión". Asimismo, en su opinión, estas leyes "son contrarias a los estándares internacionales de derechos humanos, porque se aplican sin que se investigue previamente si el imputado ha cometido o no un acto de blasfemia de forma intencionada".

Una preocupación compartida por la jurista Rana Abdul Hamed, a quien le preocupa un endurecimiento de la ley en un momento en que las acusaciones de blasfemia han ganado el espacio digital: ahora alguien puede ser condenado simplemente por haber "dado like, comentado o compartido un simple contenido en las redes sociales, en virtud de la Ley de Delitos Electrónicos de 2016", explica.

En opinión de Rana Abdul, los próximos meses necesariamente verán un aumento en la persecución de los cristianos en el país.

Por su parte, el presidente fundador de la ONG Christian Solidarity Worldwide (CSW), Mervyn Thomas, llama a la república islámica a hacer más para proteger a sus minorías religiosas, "respetando sus obligaciones y garantías internacionales consagradas en la constitución del país. En cuanto a la comunidad internacional, esta debe presionar a las autoridades paquistaníes para que actúen en esta dirección".

En Pakistán, los cristianos representan solo del 1 al 2% de la población, o alrededor de 3 millones de personas de los 200 millones de habitantes del país. Cristianos que se dividen, más o menos por igual, entre católicos y protestantes.

Las primeras iglesias conocidas en el país fueron construidas por misioneros jesuitas procedentes de puestos comerciales portugueses en la India en el siglo XVI. Los colonos ingleses, que llegaron más tarde, trajeron consigo la religión anglicana.

Como en la India, los cristianos paquistaníes a menudo provienen de las castas inferiores, más aptos para captar el mensaje evangélico que proclama la igualdad de todos los ciudadanos de la ciudad de Dios. Una sociología particular que también permite comprender por qué los cristianos son más propensos a ser despreciados y perseguidos.

En cualquier caso, es difícil revertir la tendencia a corto plazo, en un país donde los fundamentalistas musulmanes pueden contar con la complacencia de las autoridades que los necesitan para mantenerse en el poder.