Papa Francisco: conferencia a su regreso de Mongolia

Fuente: FSSPX Actualidad

El Papa a su regreso de Mongolia, 4 de septiembre de 2023

Al regresar de su viaje a Mongolia, y según una tradición firmemente establecida, el Papa dio una conferencia de prensa a los periodistas presentes en el avión en la que abordó diversos temas. Según la transcripción completa no oficial proporcionada por Vatican News, habló en particular sobre las relaciones con China, sus viajes y el Sínodo.

A una de las preguntas sobre China, el Papa respondió que siente "una gran admiración por el pueblo chino" y que "para el nombramiento de los obispos, existe una comisión que trabaja con el gobierno chino. La comisión presidida por el cardenal Parolin está desempeñando bien esta tarea".

Su declaración es persuasiva: "Creo que necesitamos avanzar en el nivel religioso para entendernos mejor y para que los ciudadanos chinos no piensen que la Iglesia no acepta su cultura ni sus valores y que dependen de otra potencia extranjera. (…) Tengo mucho respeto por el pueblo chino".

Otra pregunta hacía referencia a un posible viaje a Vietnam, y a los demás viajes previstos por Francisco. En cuanto a Vietnam, Francisco respondió: "Si yo no voy, seguramente irá Juan XXIV". Y respecto a los otros viajes: "está Marsella y un proyecto en un pequeño país de Europa. (…) Pero, a decir verdad, ahora hacer un viaje no es tan fácil para mí como al principio".

La siguiente pregunta fue sobre Rusia, en referencia a las palabras del Papa sobre la "Gran Madre Rusia" que generaron controversia. Francisco se defendió recordando que había animado a los jóvenes rusos a "hacerse cargo" de su herencia. Afirmó que al "hablar de la gran Rusia" se refería a su cultura y no a su geografía, y que no se refería "al imperialismo", que es una ideología.

En cuanto al Sínodo, el Papa insistió en que él no inventó la sinodalidad: "no es una moda, es algo viejo, la Iglesia oriental siempre la ha tenido". –Pero la sinodalidad promovida por Francisco no tiene nada que ver con la de la Iglesia oriental, como señaló recientemente un obispo greco-católico.

El Papa reafirmó que "el Sínodo no es un parlamento", ni una retransmisión televisiva. Pero el evento seguirá siendo secreto: los periodistas no serán admitidos a la asamblea ni a las sesiones generales, "hay un departamento dirigido por Paolo Ruffini", prefecto del Dicasterio para la Comunicación, que hará los comunicados de prensa e informará todos los días.

Finalmente, cuando se le preguntó sobre la desconfianza de ciertos círculos hacia el Sínodo, el Papa habló de ideología. "Siempre, cuando en la Iglesia queremos desprendernos del camino de la comunión, lo que siempre se desprende es la ideología. (…) Defienden una "doctrina", que es como agua destilada, que no tiene sabor y que no es la verdadera doctrina católica que está en el Credo".

En otras palabras, aquellos que defienden la tradición y que constantemente advierten sobre los peligros, son profetas de desgracias, llenos de ideología y que viven de agua destilada, mientras que el Sínodo seguirá el Credo y nos dará el alimento de la fe... Es difícil encontrar una ceguera peor, y cuando se trata del Papa, es evidentemente el mayor mal que puede suceder en la Iglesia.