Peregrinación de Pentecostés 2025: domingo 8 de junio

La jornada del domingo de Pentecostés comenzó con gran entusiasmo para los peregrinos de la Peregrinación de Chartres a París: "Amigos peregrinos, son las 6:00 a.m., salimos en 15 minutos y aún veo demasiadas tiendas en el campamento", anunciaban los grandes altavoces.
Al son de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, los valientes peregrinos de Chartres recogieron sus equipajes y tomaron un abundante desayuno: les esperaban más de 38 km. Con la región de Auvernia-Lemosín a la cabeza, los peregrinos se lanzaron a los caminos mojados por las lluvias nocturnas y reanudaron sus esfuerzos "por nuestra Madre la Santa Iglesia".
La sonrisa de los peregrinos
"La Iglesia es romana y con ella somos romanos. Por esta razón, es necesario (...) dar testimonio público de nuestra condición de católicos romanos", escribió el Padre Peignot a los caminantes. Fieles a este consejo, los peregrinos cantaron y rezaron con todo su corazón... el rosario y los cánticos sonaban con más fuerza.
"¡Es tan hermoso, anima mucho, es magnífico! Son muy valientes", exclamaban los ciclistas que se veían obligados a reducir la velocidad por la peregrinación. "¡Qué sonrientes están, es increíble!", comentó otra transeúnte. Dar testimonio con sus cantos, pero también con su valentía y su sonrisa: misión cumplida para los adultos.
"¡Genial, una cuesta!"
Los niños también merecen un reconocimiento. Tras recorrer una parte del camino en autobús para comenzar la jornada, ellos también partieron a través del campo en dirección al bosque de Santa Apolonia, lugar de la parada del mediodía. Al llegar al lugar, los peregrinos cansados se iluminaron: "¡Uf, por fin un descanso!", se leía en sus labios.
A las 13:00 hrs., los jóvenes, revitalizados, retomaron el camino, rebosantes de energía a pesar de los 33 km recorridos desde Chartres. "¡Genial, una cuesta!", exclamaban los jóvenes del capítulo de Saint-Guénolé mientras el camino se elevaba hacia el cielo. "¿Podemos correr por la cuesta?", preguntaban los niños de Saint-Jean-François-Régis a su jefe de capítulo.
Después de 44 km de marcha para los niños desde Chartres, y cerca de 80 km para los adultos, hacia las 17:00 hrs., los primeros capítulos cruzaron las puertas del "Trou Moreau" y fueron redirigidos hacia la zona superior del campamento, donde comenzó la misa pontificia a las 18:00 hrs. Mons. Alfonso de Galarreta la celebró ante más de 6,400 fieles.
La unidad de la Iglesia, protagonista durante la homilía
Monseñor de Galarreta predicó sobre el misterio de la Iglesia y, más concretamente, sobre su unidad. "Nuestro Señor solo fundó una Iglesia: 'Edificaré mi Iglesia, y habrá un solo rebaño y un solo pastor'. La Iglesia es una, ante todo en la fe y, por consiguiente, en la verdad", afirmó Monseñor.
La unidad de la fe va acompañada de la unidad del culto: "Expresa la fe, está configurada por la fe y el verdadero magisterio", recordó. A continuación, el prelado señaló la unidad de gobierno que forma la comunión entre los miembros de la Iglesia. "Es necesario que todos los pontificados vayan en la misma dirección, incluso en el tiempo".
La cuarta unidad es la unidad de misión. "Enseñad a todas las naciones, el que crea y sea bautizado se salvará", recordó el obispo citando el Evangelio, antes de continuar: "En la situación en la que nos encontramos, se trata de continuar esta unidad de la fe católica, de vivirla, defenderla y edificarla".
Después del esfuerzo y la oración, el consuelo
Después de la misa, los peregrinos se lanzaron a la caza de los sacos de dormir antes de instalarse y reponer fuerzas. Luego llegó la tradicional vigilia del domingo por la noche alrededor de una enorme hoguera. Los tragafuegos hicieron las delicias de grandes y pequeños. Tras la oración de la noche, los peregrinos se durmieron bajo la protección del cielo... y del servicio de seguridad.
Sermon de Mgr Alfonso de Galarreta pour le dimanche de Pentecôte
Fuente: Pèlerinages de Tradition – FSSPX.Actualités
Imagen: Isaure Dupont-Cariot, Maxence Malherbe, Jean Lorber, Gilles Bellemans