Peregrinación de Pentecostés 2025: lunes 9 de junio

Fuente: FSSPX Actualidad

Por tercera y última vez, los peregrinos emprenden el camino cuando apenas ha salido el sol. A diferencia de los dos días anteriores, los niños son los primeros en dejar el campamento, hacia las 6:00 a.m., para tomar los autobuses que los llevarán al punto de partida. Poco después, les siguen los adultos y adolescentes, con la región de Poitou-Charentes a la cabeza.

Los indispensables que actúan en la sombra

Sin ellos, la peregrinación no podría existir: se trata de los voluntarios. Varios cientos de personas con casullas de todos los colores que trabajan día y noche durante tres días —y mucho más— para ayudar a los peregrinos: transporte de mochilas, montaje de tiendas, cocina, limpieza del campamento, etc.

Como los héroes legendarios, actúan en la sombra. Cuando los últimos peregrinos acaban de marcharse, el Trou Moreau se llena de voluntarios que recogen el lugar. Para no perturbar la organización de la peregrinación, el tiempo apremia, ¡pero ni el cansancio ni la carga de trabajo pueden empañar el buen humor de los voluntarios!

Peregrinos procedentes de todos los rincones del mundo

El domingo al mediodía, todos se reunieron en el hipódromo de Longchamp. El programa: primero, un merecido almuerzo y, a continuación, la preparación de la procesión. Los organizadores aprovechan esta pausa para dedicar unas palabras a los peregrinos extranjeros.

"Este año han venido 200 peregrinos de Alemania, 200 de Suiza y 200 del Benelux. También tenemos 40 irlandeses, 12 ingleses, diez polacos, dos estadounidenses, dos españoles, un escocés, un chileno y un seminarista keniano", anuncia el locutor entre un estruendo de aplausos.

La peregrinación también registró 500 inscripciones más que en 2024, y el año pasado ya había registrado 1,500 más que el año anterior, lo que demuestra un renacimiento de la fe y la devoción.

La tradicional procesión por las calles de París

Tras la pausa para el almuerzo, los peregrinos, a los que se unieron numerosas familias y muchas carriolas, retomaron valientemente el camino para la última etapa de la peregrinación: la siguiente parada, la plaza Vauban, para la misa solemne de clausura.

Al ritmo de la banda, el interminable grupo de peregrinos avanza por la capital bajo la mirada atónita y, a veces, maravillada de los transeúntes. A la cabeza, las tropas de scouts, seguidas de los lobatos, lobatas y guías, luego los capítulos infantiles y, por último, los adultos, que se dirigen al complejo arquitectónico Los Inválidos rezando el rosario.

El Trocadero, el puente del Alma y, por supuesto, la Torre Eiffel, los peregrinos entran hacia las 16:00 en la plaza Vauban, entre los aplausos de los servicios de seguridad. A continuación, comienza la misa solemne, celebrada por el Padre Peignot.

Al término de la misa, tras la consagración del distrito de Francia al Sagrado Corazón de Jesús, se invita a los peregrinos a continuar su apostolado "por nuestra madre la Santa Iglesia" y se les cita para el año que viene, pero antes, en Roma, para el jubileo del próximo mes de agosto.

Sermón en francés del superior del distrito de Francia, el Padre Gonzague Peignot