Peregrinos de Roma, por amor a nuestra Santa Madre, la Iglesia

Fuente: FSSPX Actualidad

El Año Santo 2025 tendrá un magnífico tema que guiará las peregrinaciones a Pentecostés, en junio, y a Roma, en agosto: ¡Por nuestra madre, la Santa Iglesia! ¿Quizás algunos temerán tener un corazón apesadumbrado y las suelas de plomo mientras se dirigen hacia Roma, convertida hoy en el centro de una Iglesia "conciliar" e incluso "sinodal"? ¿Quizás dirán con pesar: "Somos peregrinos de esa Roma, en contra de nuestra fidelidad a la Tradición"?

¿Dónde está hoy la Ciudad Eterna? La Roma celebrada por el Cardenal Ottaviani: "la Roma de la que partimos y a la que volvemos; la Roma que no queremos dejar cuando estamos allí, y la Roma a la que queremos volver cuando hemos tenido que dejarla".

"La Roma de Pedro y de Pablo, de Agustín y de Jerónimo; la Roma de tantos santos de todas las órdenes, la Roma de todos los Papas; esta Roma que, sola entre todas las ciudades del mundo, como Jerusalén en el Antiguo Testamento, ha recibido del Nuevo Testamento la dignidad y la vocación de ser llamada la Ciudad Santa". [La Iglesia y la Ciudad, 1963, p. 229].

Pero precisamente porque la Roma eterna está hoy ocupada por una Roma sinodal-conciliar, debemos atender el llamado de los Papas que reinaron antes del Concilio. Monseñor Lefebvre, imbuido de esta romanidad durante su formación en el Seminario francés de Roma, estuvo atento a su lastimero llamado:

"Me parece oír, mis queridos hermanos, las voces de todos estos Papas, desde Gregorio XVI, Pío IX, León XIII, San Pío X, Benedicto XV, Pío XI y Pío XII, decirnos: 'Por caridad, por piedad, ¿qué harán de nuestras enseñanzas, de nuestra predicación, de la Fe católica? ¿Lo abandonarán? ¿Dejarán que desaparezca de este mundo?

"Por caridad, por piedad, sigan guardando este tesoro que les hemos dado. ¡No abandonen a los fieles, no abandonen a la Iglesia! ¡Sigan trabajando por la Iglesia! A fin de cuentas, desde el Concilio, lo que hemos condenado es lo que las autoridades romanas adoptan y profesan. ¿Cómo es esto posible?

"Hemos condenado el liberalismo, el comunismo, el socialismo, el modernismo, el sillonismo  [de Marc Sangnier]. Todos estos errores que hemos condenado resulta que ahora son profesados, adoptados, sostenidos por las autoridades de la Iglesia. ¿Es posible esto? Si no hacen algo para continuar esta Tradición de la Iglesia que les hemos dado, todo desaparecerá. La Iglesia desaparecerá, las almas se perderán todas". [Sermón para la consagración episcopal, 30 de junio de 1988].

Por eso, la peregrinación romana del Año Santo 2025 se hará por amor a nuestra madre la Santa Iglesia, en el espíritu del sermón del jubileo sacerdotal de 1979: "¡Por amor a la Iglesia, por amor al Papa, por amor a los obispos, a los sacerdotes y a todos los fieles, por la salvación del mundo, por la salvación de las almas, guarden este testamento de Nuestro Señor Jesucristo! ¡Guarden el Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo! ¡Guarden la Misa de siempre!

No seremos peregrinos romanos si bien estamos adheridos a la Tradición, sino porque estamos adheridos con cada fibra de nuestro ser a esta Tradición doctrinal y litúrgica que tantos Papas han transmitido, y a través de la cual tantas almas han sido santificadas, están siendo santificadas y serán santificadas.

Padre Alain Lorans