Polonia: la juventud frente al desafío de la secularización

Fuente: FSSPX Actualidad

Procesión de Corpus Christi en una parroquia polaca

El futuro de la muy católica Polonia se ha oscurecido tras la publicación de las últimas estadísticas relativas a la práctica religiosa de los jóvenes y la asistencia a clases de religión en las escuelas. La jerarquía católica ya no duda en hablar de un "declive devastador".

En Polonia, las clases de religión, es decir, la enseñanza de la doctrina cristiana, con libros de texto y profesores elegidos por la jerarquía católica, son parte integral del sistema de educación pública.

A partir de 2019, la Oficina de Educación de Varsovia, una rama del Ministerio de Educación Nacional, comenzó a recopilar datos sobre la participación a estas clases de catecismo: se reveló que el 78 % de los estudiantes de primaria y el 44 % de los estudiantes de secundaria asistían a estas clases. En 2021, las cifras cayeron al 72% y 33% respectivamente.

Pero en 2022, el 67% de los alumnos de primaria y el 29% de los de secundaria asistieron a los cursos de catecismo. Esta disminución se vuelve más significativa si se mira la enseñanza técnica y la enseñanza comercial, donde solo el 23% de los alumnos asiste a clases de doctrina: hace un año era el doble...

Si bien la sociedad polaca se ha ido secularizando de forma lenta pero segura, este ritmo se ha acelerado desde hace varios años, bien orquestado por los opositores de la Iglesia que han visto los casos de abusos cometidos por clérigos y el rechazo de las reformas progresistas como un verdadero regalo del cielo.

En una entrevista con el diario Gazeta Wyborcza, el Padre Rafal Kowalski, portavoz de la curia episcopal de Wroclaw, la tercera ciudad más grande del país, admite que la imagen pública de la Iglesia se ha deteriorado notablemente: "La Iglesia ahora es vista como una institución intolerante, ligada al poder político, dañada por los escándalos".

Y el sacerdote agrega: "Después de la decisión de la Corte Constitucional [de introducir en la ley fundamental del país la prohibición casi total del aborto], se registró una gran ola de salidas de la Iglesia y deserciones de los cursos de catecismo en la escuela".

Además, poco después de la decisión de los altos magistrados, una encuesta reveló que solo el 9% de los jóvenes polacos tenía una opinión positiva de la Iglesia católica.

Para monseñor Grzegorz Rys, arzobispo de Lodz, ya no es tiempo de limitarse a las palabras: "estamos frente a una ola de apostasía que se está extendiendo cada vez más", reconoce el prelado.

Algunos se consuelan diciendo que los adultos todavía están muy apegados al catolicismo, y que la mayoría de los niños pequeños, impulsados por sus padres, todavía siguen yendo a clases de catecismo: el 42% de los adultos polacos afirman practicar la fe todos los domingos yendo a la iglesia. Aunque es notable que las grandes ciudades tienen una proporción creciente de no practicantes...

Sin embargo, los prelados polacos han comprendido que esto es una cortina de humo: el primado de Polonia, monseñor Wojciech Polak, admitió con lucidez el "declive devastador" de la práctica religiosa entre los jóvenes, un mal augurio para el futuro de la Iglesia en el país.